OTRAS VOCES, OTROS ÁMBITOS (crítica literaria) - José Luis Morante
OTRAS
VOCES, OTROS ÁMBITOS
José
Luis Morante
José
Luis Morante
Pertenezco
a una generación que hizo del haiku una senda natural hacia el hábito lector,
una estrategia expresiva arraigada en los géneros literarios de la brevedad y
con amplio cultivo intergeneracional. Pero las voces y ámbitos idiomáticos que
cultivan la estrofa se multiplican y resulta necesaria la apuesta editorial que
acerque logros y amanecidas.
La
nueva colección de la Garúaa dedicada al haiku, que dirigen Jaesús Aguado y
Joan de la Vega, incorpora Esto dijo una cabra, una compilación de textos
mínimos del poeta Mai Van Phan (Ninh Binh, Vietnam, 1955) traducida al
castellano por Pham Long Quan. El autor ha recorrido un largo trayecto creativo
y explorado distintos géneros, con amplia aceptación y con un largo itinerario
de premios, reconocimientos y traducciones a otros idiomas. Sin embargo, en
nuestro idioma es un gran desconocido por lo que el prólogo de Víctor Rodríguez
Núñez es una introducción necesaria para conocer el periplo biográfico y los
rasgos más destacados de su escritura: el equilibrio entre religiosidad y
compromiso, la mirada crítica y la continua atención a panorámicas yuxtapuestas
como la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, ya que el mundo es un
continuo entramado de relaciones en renovación constante.
El
conjunto de poemas líricos de Mai Van Phan, tiene en su primer apartado un
enfoque sorprendente: cede la palabra a una cabra para que ratifique su
aspiración de volver al monte y asumir su identidad natural. El personalísimo
hablante verbal muda de inmediato y en la labor creativa de Mai Van Phan se
unen observadores de la naturaleza, peregrinos, solitarios y seres anónimos que
capturan sensaciones e instantes en las diminutas coordenadas del poema.
En
todo el apartado llama la atención la libertad formal: el molde del poema es
una ruptura continua del esquema clásico japonés, basado en el ritmo versal
5/7/5. El enunciado textual se diversifica para dar acogida a las mínimas
anotaciones. El poema se simplifica, juega el papel de una expresiva viñeta
verbal que aglutina tres versos de medida variable.
También
sorprende en todo el apartado inicial la presencia del titulo en cada poema;
son avisos sobre la trama argumental, las coordenadas geográficas o temporales
del poema o sobre los elementos que copan el primer plano. Pongo algunos
ejemplos del apartado para que se entienda mejor la dinámica del poema: “Era
industrial” Posada en lo alto de la grúa / En diez minutos / La libélula logra
levantar tres contenedores”; “Confundiéndome con un grano de maíz” El viento /
Me roza / Infinitas veces”; “Al leer un libro De repente el pánico / Abre ante
mis ojos / Un camino en la oscuridad”. Son instantes nacidos en la
contemplación que salvan su levedad en el poema y que, sin duda, comulgan
plenamente con la filosofía estética del haiku y su frescura.
Cada
compilación de haikus abre un abanico de preocupaciones e incertidumbres. Y en
este apartado cobran especial relevancia el sentimiento religioso, la
naturaleza y las variaciones contingentes del discurrir temporal. Son asuntos
de carnalidad existencial, que conceden a la estrofa el pálpito impaciente del
asombro.
El
tramo final del libro “Ojos segados” es mucho menos voluminoso y presenta
algunas novedades formales como la supresión del título en cada texto. También
la contemplación aparece con más frecuencia, como si el estar transitorio
necesitara captar lo que se fuga para dar sentido al trasiego cotidiano: “En
una esquina del jardín / Agua sobre piedra / El crepúsculo se desliza veloz”;
“Las flores de Osaka tomaron la ribera / El viento no se atreve a acercarse /
El árbol arroja las hojas al abismo”. La mirada desenreda en silencio el ovillo
de la naturaleza y esa perfección sensorial que asciende hasta los sentidos y
el pensamiento para brotar con la pujanza de la epifanía. Como escribe Víctor
Rodríguez Nuñez en el prólogo, en el apartado hay más continuidad que ruptura,
una conexión fuerte entre el sujeto poético que percibe alrededor un entorno
autónomo que se adhiere al fluir de la conciencia para mostrar asimetrías y
contradicciones, el curso natural de la vida al paso.
Mai
Van Phan estrena presencia en nuestro país y lo hace desde la humildad del
haiku con un libro que muestra los nuevos brotes de la estrofa japonesa con un
amplio despliegue formal, con la libertad suelta de quien oye el viento suave
de lo minúsculo, con la frescura intacta de una taza de agua que duerme en los
labios resecos del viajero.
JOSÉ
LUIS MORANTE
Profesor de E.S.O, escritor.
El Bohodón, Ávila, 1956. Ha publicado los poemarios:
"Rotonda con estatuas", "Enemigo leal", "Población
activa", "Causas y efectos", "Largo recorrido",
"La noche en blanco", "Ninguna parte" Y "Nadar en
seco. Las antologías "Mapa de ruta", "Pulsaciones" y
"Ahora que es tarde" recogen sus poemas. En 2019, la editorial
Polibea publica su libro de haikus "A punto de ver". Entre sus libros
en prosa destacan: "Protagonistas y secundarios", "Palabras
adentro", el diario "Reencuentros" y los libros de aforismos
"Mejores días" y "Motivos personales". A finales de 2015
aparece su cuaderno de microrrelatos "Cuentos Diminutos". En 2016
presenta su antología "Re-generación", editada por Valparaíso,
recogiendo una amplia muestra de la poesía española más joven. En 2018 preparó
la edición "Aforismos e ideas líricas" de Juan Ramón Jiménez para la
editorial La Isla de Siltolá. Ha preparado ediciones críticas de Luis Felipe
Comendador, Herme G. Donis, Joan Margarit, Luis García Montero, Eloy Sánchez Rosillo
y Karmelo C. Iribarren. Ejerce la crítica literaria en Turia e Infolibre.es.