Esto dijo una cabra (libro de poesía) - Mai Văn Phấn. Traducción del vietnamita Phạm Long Quận. Edición y prólogo Víctor Rodríguez Núñez / Lời con dê (tập thơ tiếng Tây Ban Nha). Phạm Long Quận dịch. Víctor Rodríguez Núñez biên tập
Mai Văn Phấn
Esto dijo una cabra
Traducción del vietnamita
Phạm Long Quận
Edición y prólogo Víctor
Rodríguez Núñez
Phạm Long Quận (1963 - 2019)
Víctor Rodríguez Núñez
Mai Văn Phấn
Poeta vietnamita nacido en 1955 en Ninh
Bình, delta del Río Rojo en el norte de Vietnam, y residente en Hải Phòng.
Entre 1974 y 1981 integró el legendario ejército de su país, que expulsó al
invasor estadounidense y reunificó el país. Luego hizo estudios de ruso en el
Colegio de Lenguas Extranjeras de Hanói y, en 1983, en la Universidad
Pedagógica Gorki de Minsk, antigua Unión Soviética. Desde el inicial Giọt nắng
(1992) hasta el reciente Thời tái chế (2018), ha publicado diecisiete
libros de poesía, así como un libro de ensayo y crítica. Sus poemas han sido
traducidos a más de treinta idiomas, con libros publicados en albanés, árabe,
bengalí, coreano, francés, hindi, inglés, ruso, sueco, serbio, tailandés y
turco. Como poeta ha sido reconocido con los premios Người Hà Nội (1994), Văn
Nghệ (1995), Nguyễn Bỉnh Khiêm (1991, 1993, 1994 y 1995), Asociación de
Escritores de Vietnam (2010) y Cikada (Suecia, 2017).
Phạm Long Quận
Traductor vietnamita nacido en 1963. Más de
treinta años de estudios y convivencia directa con la lengua castellana.
Autodidacta y de larga trayectoria en la pintura, la literatura y la poesía.
Traductor en eventos con elevada exigencia lingüística.
Víctor Rodríguez Núñez
Poeta cubano nacido en La Habana, en 1955.
Ha publicado dieciséis libros de poesía, casi todos premiados y reeditados,
siendo los más recientes despegue (Premio Internacional Fundación Loewe,
Visor, 2016), el cuaderno de la rata almizclera (Buenos Aires Poetry,
2017) y enseguida [o la gota de sangre en el nivel] (RIL-Ærea, 2018).
Han aparecido antologías de su obra en diez países de lengua española, y en
traducción al alemán, árabe, chino, francés, hebreo, inglés, macedonio, serbio,
sueco y vietnamita. Es además periodista, crítico, traductor y profesor de
literatura hispanoamericana en Kenyon College, Estados Unidos.
La flor velada
Esto
dijo una cabra
Abran la puerta
Suelten los cuchillos
Y déjenme volver a la montaña
Con
los pies clavados en la tierra
Como no miro a lo alto
Ahora sé
Que acaban de salir los retoños
En
la ceremonia del Año Nuevo Lunar
Se junta la gente con alabanzas
Y el mar sigue allí
Sin darse cuenta
Con
el sonido de los fuegos artificiales
Varias frutas tiernas
Podrían
Caerse
En
la mañana del primero de enero
Encontré el calcetín de un niño
Maduro
Como una fruta
Con
la energía de la primavera
Tomo un descanso
Levanto un cubo lleno de agua
Sin saber por qué
Noche
de Año Nuevo
Escucho las olas
Y enciendo una vela
Mirando el mar
Elijo
un pedestal
Una maceta de azaleas pongo
En el centro
De la primavera
Retoños
Tendidos bajo la primavera
Llenos de energía
Jadeantes
Las
nuevas hierbas primaverales
Por oler tantos nuevos aromas
Un becerro se aleja de su madre
Paso a paso
En
medio de la primavera
Un viento fuerte
Estruja un pétalo de melocotón
En la faz de la tierra
Aún
hay fiesta del Tet
Me como el último pedazo de turrón
Me levanto a dar cuerda al reloj
Los gladiolos se abren exuberantes
En
un instante primaveral
Pasa el becerro
Un tramo de hierba nueva desaparece
Un niño derrama miel de abeja
Llegó
la lluvia de la primavera
Hay humedad
Y frío
Acabo de tomar un baño
La
llovizna
Se raja
Leña seca
Se calienta las manos
Siembra
de frijol
En filas rectas
Cuando se termina
Las estrellas colman el cielo
Despierto
De noche sueño con el bosque
Por la mañana
Elijo nuevos semilleros
Más
adelante
Es aún más bello
Doy unos pasos
Para salir del fondo de la luz
La
cosecha
Acabo de sembrar un surco de frijol
Un gorrión me advierte
Desde el cielo
La
niebla
Teje y teje más de esto
Hasta que de la madera seca
Broten flores
Exclamación
Un campo ancho
Una gota de rocío
Aún más transparente
Mañana
de primavera
Los retoños
Escuchan a los niños reunidos
Para quitarse los insectos
Las
rosas del brezo
Se abren con antelación
Para que los árboles vecinos
Florezcan
Las
flores de la vid de trompeta azul
Se curvan
Y yo de puntillas
A ver si queda una más
Flores
blancas del ciruelo
Es de noche
Aspiro las flores
Para leer la última página
Flores
y más flores
Muchísimas
Incluso se dice
Que no son verdaderas
Llegó
el viento
Y empujó la margarita
En dirección
A las hierbas salvajes
Los
árboles se compadecen
Las flores del melocotón
Caen
Hacia el árbol vecino
Donde
caen las flores
Me pego al suelo
Y miro a lo alto
Donde estaba la flor
Las
flores que caen al pozo
Saco cubos de agua
Casi desde el fondo
Hasta rozar una flor
Una
persona mayor
Sin dientes
Rie bajo el árbol florecido
Hay flores en el suelo
Últimos
días de la primavera
Siento la humedad
Sacudo la almohada
La primavera ha pasado
A
finales de marzo
Flores rojas de bombax
No sé cuántos pasos
Se necesitan para llegar a ellas
La
noche del cambio de estación
Al amanecer
Mientras duermo profundo ignoro
Que estoy acostado ya junto al verano
Esta
mañana
Olvido el calendario
Me pongo a hervir agua
Otra tarde en ebullición
Bien
en la mañana
Abro la puerta
Me asalta la duda
Entre ambos mundos
En
el jardín
Quito la maleza
El amanecer arriba
Más temprano
Por
suerte
Aún tengo el café en la boca
Y veo una pareja de gorriones
Cubriéndose en el letchi
Un
vaso de jugo de manzana
Al terminar de beberlo
Miro la cumbre de la colina
El manzano comienza a florecer
Comer
una manzana
Muerdo abajo
Después arriba
Me siento más joven
Un
sorbo de té
Aún sin tragarlo
Absorto en mirar la rama del guayabo
Parido
Taza
de café
Bebo la mitad del café
Espero el viento
Que vibra en todas las ramas
Despejar
el camino
Barro
Limpio la tierra
De las hojas caídas
La
Tierra se transforma
Barro una vez más
El camino del frente
Los niños pasan a la carrera
En la
peluquería
Escucho el viento
Apretar en oleadas
De la raíz a la copa un árbol
Mientras
pasan los coches
Cubierto de polvo
El príncipe blanco de la noche
Se vuelve escultura de barro
Descanso
Las palomas
Se posan
Sobre el techo del estadio
Frente
de la peluquería
Las raíces del banyan caído
Vuelan con gracia
En todas direcciones
Nubes de
algodón
Se detienen
Sobre la tierra
Donde una madre amamanta
No
es costumbre
Un sol nuevo
Inunda el jardín
Me levanto a cerrar las puertas
Es
este el momento
Mucha gente espera
La llegada de la noche
¿Cómo ser indiferente?
Un
nuevo día
Arranco una hoja del calendario
Anoto entera
La otra cara de la hoja
Peces
Suben a la superficie
Sabiendo que el frío
Llegó desde ayer por la tarde
Anoche
llovió
No quería que los árboles escurrieran
El sol de esta mañana
También está húmedo
El
condominio
Un pájaro bate sus alas
Cuatro o cinco casas vecinas
Abren las puertas para mirar
La
cosecha de litchi
Los árboles cargados de frutas
Voy contando
Los pasos
Cesa
la lluvia
En torno al templo de Ponagar
Las flores de arachis
No abren aún los ojos
Era
industrial
Posada en lo alto de la grúa
En diez minutos
La libélula logra levantar tres contenedores
Confundiéndome
con un grano de arena
El viento
Me roza
Infinitas veces
Un
pichón
Añora a su madre
Las hojas alrededor del nido
Le ayudan a llamarla
Escucho
peleas de vecinos
Ver a los pichones
Aprender a volar
Aguijonea el alma
Al
leer un libro
De repente el pánico
Abre ante mis ojos
Un camino en la oscuridad
Se
escribe en los diarios
Todo el mundo está decepcionado
Yo también
Hablemos entonces
Bancos
de piedra
Los mayores se ocupan de discutir
La calle se barre con calma
Y los invita a sentarse de nuevo
Encuentro
con viejos amigos
Charlamos
Guardamos silencio
El arroyo sigue su curso
Caminar
Cruje el pequeño bambusal
Pasa un anciano
Moviendo con fuerza los brazos
Aún
soy como un niño
Me quedé en el portal
Espero que la luna
Me dé una mejor parte
Peces
enjaulados
En sigilo
No se atrevieron a mirar
A quienes pasaban
Callejuela
Un viento vicioso
Sopla por aquí
Por allá
Los
árboles y sus sombras
Siguen
Clavándose
En la tierra
Las
flores de linterna
Dirigen
La luz
Hacia mí
Como
el sonido de cristales rotos
Se caen las llaves
Los pensamientos no cambian
Sin embargo
El
sol nuevo
Una pequeña paloma vuela
Y guía
A las grandes nubes
Pisar
el parche de sol
Lo aguantamos
Hasta
Que se queda quieto
Se
levanta el sol
Una libélula se va volando
Una flor de enredadera
Se mece saludando sin apuro
Las
flores de litchi
Se traban las patas de la abeja
Cae polen
Al suelo
Cielo
alto
Un pez
Bate su cola
Por encima del agua
Día
soleado
Los vecinos se ausentan
Las ventanas superiores
Se entreabren
El
monzón
Una foto borrosa por la humedad
Se ven los parientes
En el otro mundo
Luna
dorada
Irradia por doquier
Dejándolo todo
Me voy a casa
Escucho
alas que baten
Bebo todo el vaso de agua
No sé aún los nombres de las aves
Que acaban de volar
Una
mariposa tonta
Se pierde en la habitación
Apago la luz
Afuera aún está claro
Los
pájaros
En los cables
De lejos
Parecen nudos
Liberación
Una abeja entra por la puerta
Se cambia rápido los calcetines
De nuevo en camino
El
pájaro de diseido
Su voz es corta
Se mueve incesante
Su nido está tal vez por aquí
Un
pájaro extraño
Se posa en el patio
Me contempla
Como un amigo de otra vida
Sólo
un canto oval
Podría plantar
Las semillas
En la grava
El
sonido de los peces que colean
Esta mañana
Desgraciadamente
Nada entiendo
Frutas
maduras del jardín
Nadie las recoge
Sólo el ruiseñor
Que canta y las pica a la vez
Me
espera afuera el jardín
Las orquídeas
Despiden sus aromas
Hacia el tamarindo
Después
del baño
Con el pelo todavía mojado
Me acerco a los lirios
Escucho las canciones de abril
Al
comer una guayaba
Mirando el sol
Junto al arco iris
Todo se opaca
Rodaja
de sandía
Llena de jugos rojos
Uno se pregunta
Si morder adentro o afuera
Comer
melocotones
Bocado a bocado
El sol irradia en el techo
Su luz encarnada
Pelar
papas
Una vez terminan
La papa y el cuchillo
Son ambos bellos
Beber
té
Hasta
Que el té sea
Uno mismo
El
crepúsculo
El gato pierde su presa
El hacha
Se clava en el madero
Los
murciélagos
Espantados al atardecer
Cada pareja
Vuela a través de los sueños
Dormitando
El sol
Entra hasta donde estoy
Y me recomienda que me vaya
Te
extraño
La luz lunar
Derramada sobre mí
También pesa
Una
ardilla entre las hojas
Miro a una mujer bella
Comiendo naranjas
Y pintándose los labios
Una
babosa
Se esfuerza en extender
Su lengua dando más frecura
A la faz de la tierra
Tomo
el cadáver de una cigarra
Es tan liviana
Como si nunca
Hubiera existido
Miro
cómo vuelan las moscas
Caóticas
Pero sin chocarse
Tal vez anda por allí su líder
Hace
más frío
Las hojas se acurrucan
Una joven
Se pone de prisa otra pañoleta
Ramas
entrelazándose
Se levanta una catedral
Las hojas caídas
Se van al infierno
Una
araña teje
De un caqui verde
Hasta otro
Ya maduro
Un
mosquito
Toda la noche acecha a un indigente
Es él mismo
U otro
Reparación
del cable telefónico
Entre mi casa
Y el tumulto de cables de la esquina
Me pierdo
El
crepúsculo
Voy al jardín
Recojo
Tomates maduros
Maní
nocturno
Saltan en la sartén
Y explotan con suavidad
Las estrellas salen despacio
La
noche empieza
Al atardecer
Una rata
Cruza la calle
Espero
la luna
Cuando surge del agua
Me quedo tranquilo
Y duermo por un rato
Para
asustar a los pájaros
Se juntan
Y luego se dispersan
Los espantapájaros
La
luna
La luz es para
Las hojas de los árboles
Y también el gusano
Me
despierto a medianoche
Escarbando con el cuchillo
Pensaba que era una vela
Con la llama muy filosa
Escucho
que algo cae en la noche
Despierto
La sombra de la montaña se vuelca
Al pie de la ventana
De
noche escucho
Los bambúes al trenzarse
Semejan el sonido de la leña
Que rompe en llamas
Un
grano de frijol
Germina
Y no ve
El gusano a su lado
Unidad
en la sala
Lo nuevo
Aún tiene que ser degradado
En otras reuniones
Inflamación
de la rodilla
Se arrastra a la ventana
Mariposa blanca en vuelo
Por la anestesia
La
palma frente a casa
Aviador
Luna enterrada
En el jardín
El
agua de la aldea junta objetos
Aquí
Cerca de la tumba anunciada
El río fluye todo el año
El
alma por aquí
Luché
Contra nudos de hierba
Lápidas de Lau
Aniversario
de la muerte del padre
Las orillas del río
Se unen
En silencio
Padre
incienso
Cinco tazas de té y cuatro escudillas
Mi padre encuentra a menudo
La escudilla faltante
Visitar
las tumbas de los antepasados
Incienso que ardió
Recostado
Contra la tumba
Miradas
Los
charquitos al pie de la montaña
Reflejan
Hasta
las copas de los árboles
Separación
La
puesta de sol cerca el patio
Las
aves
Deponen
sus alas afuera
Tocar los gongs
La
baqueta
Envuelta
en trapos viejos
Eco
de sudor humano
Volver a empezar
Los
campos fueron cosechados
La
cigüeña encontró donde posarse
Amanecer
interrumpido
Flores
Mañana
abrirán
La
luna esta noche
Despide
su aroma
Está haciendo frío
Echarse
más cobijas
Se
quedan unas hojas
Temblando
en la ventana
Hora de rezar
Canto
de pájaros
Incienso
No
se olvide orar por los retoños
Pico de montaña
Viento
¿De
dónde vienes?
Te
ofrezco perfume de loto
Crepúsculo
Las
jóvenes vadean el arroyo
El
sol serpentea varias veces
Tratando
de ocultarse
Entre invierno
Las
máscaras cuelgan en la pared
Sopla
el viento frío
Por
los huecos de los ojos
Amanecer
Se
despiertan
Las
arañas de agua
Entre
los lotos
Despertar
Claro
de luna sobre el árbol
Ya
roto
Recoger
lo que quede
Noche de lunar
Puse
las manos en la almohada
Y
aguanté la respiración para oír los murciélagos
Cruzar
la jaula de luz
Lago
Los
pájaros se tiran al agua
Los
peces brincan
Para
atrapar a los mosquitos
Fases de la luna
Una
casa estrecha
Absorto
en el cuento
Un
caballo celeste cuelga de un árbol
Nuevo día
Aurora
Picos
de polluelos
Tragados
por las nubes
Frutas maduras
¿Quién
quema
En
el tronco
Otras
llamas?
Dos temporadas
Me
quedé en medio
Los
cantos de cigarras
Las
margaritas
Tormenta en la noche
El
viento sopla y arranca los techos
La
luna
Por
encima de la tormenta
Anidar
Los
pardos gorriones en el tejado
Y
debajo en puntillas
Los
insignificantes dueños
Puesta de sol
Soleado
aún
Colgado
en la espera
Apaga
margaritas blancas
Buscando flores
Siguiendo
unos aromas
Al
pie de la montaña
Di
con unas rocas como cuchillos
Yo
Solo
en una silla
Pintando
el cielo
No
hay lugar para las nubes
Impotencia
El
aguacero
No
llega
A
la flor
Campos
Nadie
se atreve a arrancar
Ahora
La
flor ensangrentada
La mañana pura
Una
taza de té
Bebida
a la mitad
Sol
en el follaje húmedo aún
Tranquilo
Tomo
un sorbo de agua
Con
temor
Las
abejas dejan su estigma
Vida anterior
Yo
iba entre la hierba del sedero
Tú
llevabas las zapatillas rojas
¿Me
pisaste verdad?
Encuentro
Vuelas
y vuelo
Un
trozo de blandas nubes
Nos
sostiene
Enero
Vestido
rojo
Das
vueltas al flamboyán
Sin
retoñar aún
Recuerdos
Un
vaso lleno de agua
Lo
bebo
Me
lleno de luz
Instante
Miro
el azul celeste
Vacío
recortado
Tu
figura
Figura del venado estelar
Resopla
junto al árbol
Con
los botones florales
Le
crecen nuevos cuernos
El cuento de la luciérnaga
Cuando
estamos juntos
Un
árbol brilla intensamente
La
Vía Láctea
Suspiro
Luna
en el río
Taza
de agua tibia
Tu
mano es un abanico abierto
Sat na*
Aún
no rezo
Una
palomita
Pasa
veloz a otra rama
_________
* La unidad de tiempo más corto según Buda.
Involuntariamente
Quien
seca paja de arroz
Sobre
una tumba humilde
Sufre
toda la vida
Aniversario
Rítmico
Un
pez nada
Alrededor
de las ofrendas
Acción de gracias
Hay
luna llena
Los
árboles se doblan
En
dirección a Buda
La pagoda de Đồng
El
viento empuja
A
cada budista
Cuesta
arriba
Quemar ofrendas
Tal
vez mi padre ya no los use
Aún
así le mando
Este
sombrero y este bastón
Día de los difuntos
Mi
abuela quería verme
Pero
los muertos
Se
lo impidieron
De mañana temprano en la tierra de mi madre
En
silencio lavo mi rostro
En
la orilla
Las
cigüeñas vuelan como el viento
Misericordioso
El
sol duerme detrás de la pagoda
El
agua fluye entre hojas y pájaros
Todo
es la palabra de Buda
La naturaleza de Buda
Una
garza
Nido
del lenguaje que el gong revela
La
imaginación
Entre espinas
Las
espinas no se clavan en las espinas
Se
encogen
Al
paso de los aromas
Caballo
Mi
larga melena
Leo
en cuclillas y pastoreo
Voy
paso a paso
Noche y día
Donde
juege al ajedrez
Gane
o pierda
Las
luciérnagas se reúnen
Pensar en la lluvia
Es
increíble que las nubes
Conmovedoras
ayer
Hoy
me mojen
Así es
El
viento
Con
mucha calma sopla
Entre
el animal y la trampa
Ir de pesca
Tiro
el anzuelo
Sin
carnada
A
la sombra de la luna
Voces de pájaros en lo alto
Suenan
como tupidos
Tomo
una pequeña vela
Proyecto
la noche
Esencias
El
pétalo de loto
Cae
justamente
En
el fango
Muchos lo han visto
Un
bulldozer
En
medio del cielo
Aplasta
un arbolito
Crepúsculo
Pisar
las llamas
Extinguidas
No
sé si es alegre o triste
Será un juego
La
mancha de peces diminutos
En
torno al enorme anzuelo
No
se está quieta
Aguas bajas
Las
orillas del río se quedan secas
La
barriga abierta de un pez
Glorifica
el rocío y la sal
El arroz madura en todo el campo
Cantos
graves y entrecortados de cigüeña
¿Será
que los espantapájaros
Son
sordos?
Yin yang
Techo
con goteras
El
cuadro en la pared
Transpira
Encuentra tu camino
Otra
vez esas resonancias
Me
doy cuenta
Un
gusano se arrastra por el suelo
Verdad
Una
paja
Corre
más rápido
Que
el agua
Anzuelos invisibles
Arranco
una hoja
La
pongo en mis labios
¿Quién
me pesca?
Libertad
Un
ratón viejo
Camina
en torno a la trampa
Que
ya se disparó
Frágil
El
rocío aguanta la respiración
Colgado
Sobre
un charco sucio
Flores en la puerta del templo
A
menudo tienen más fragancia que las otras
Los
santos
Al
pie del incienso
Mañana fría
Una
mancha de peces pequeños
Apretándose
en la orilla
Carnada
para otros peces decorativos
Navegación en el río de Nhật Lệ
Los
parleros me incitan
A
nadar a contracorriente
En
el río de sol
Pasar a través de la puerta en el cielo de Đèo Ngang
En
el cielo
La
hierba es más suave
Tus
dedos más finos
Visita a Bầu Tró
Más
de mil veces la reencarnación
Recojo
el hacha de piedra
No
logro cortar nada
II
Ojos
sesgados
1
En
la esquina del jardín
El
agua sobre la piedra
El
crepúsculo se desliza veloz
2
Aguacero
de medianoche
En
el cuarto cerrado me echo otra cobija
Corre
por mi espalda el agua estancada
3
Las
flores de Osaka tomaron la ribera
El
viento no se atreve a acercarse
El
árbol arroja las hojas al abismo
4
En
las espinas
Nace
el sol
Una
gota de rocío
5
Tejo
una jaula
Con
el cielo
Para
las aves
6
Muchos
árboles
Duermen
y en sueños
Florecen
9
La
mariposa se posa
Una
gota de lluvia
Aprende
a volar
10
Las
cabras
Comen
el pasto hasta la raíz
Llega
la primavera
11
El
aguacero cae
Las
flores del flamboyán
Quieren
apagar el fuego
12
Si
te vas
Ahora
El
otoño termina
14
El
día es húmedo
Tomo
el cuchillo
De
repente sin filo
15
Unos
cuantos retoños
Hacen
la brisa de primavera
Anoche
descansaron las hierbas
16
Olas
y más olas
Se
lava las patas
Un
cangrejito de viento
22
Los
árboles se bambolean
Se
dice que es el ruiseñor
Quien
los emborracha
23
Una
taza de mermelada de loto fría
El
lago
Corazón
puro
27
Un
trueno
Dejo
la flor del lirio
Suavemente
31
Trueno
Un
pez en la boca del rapaz
Esperanza
32
Las
flores
Caen
bajo el sol
Rito
absoluto
33
La
mariposa
Espera
por la flor de loto
No
se irá aunque la espanten
34
Las
hormigas chocan entre sí
Ojos
llorosos
Inundación
35
Cerezas
Grabado
en el suelo caliente
Estufa
de carbón en día invernal
36
Un
gorrión
Vio
mi rostro
Y
voló rápido
37
Un
timbre suena de nuevo
Las
últimas flores de otoño
Acaban
de brotar
38
Remo
El
pájaro canta
En
el cauce del río
39
Las
lluvias vuelan en parejas y se cubren
El
plátano retoña
Escarabajos
40
Viento
suave
El
pájaro en el techo
Escalofríos
43
La
luna
Brilla
más
Sobre
la hierba marchita
44
Los
trinos primaverales
Atraviesan
las montañas
El
árbol se estremece
46
En
las profundidades del bosque
Una
rana yace abandonada
Y
me mira
47
Flores
de malva en el cuadro
Depósito
de agua clara
Aquí
estoy
48
Las
nubes de negro con capuz
Boca
oscura de la cueva
Temor
y frescura
49
Ojos
sesgados
La
cáscara de naranja zozobra
El
río se seca
50
Mirando
la vieja hoja de loto
Tomo
los granos de arroz
Para
las aves
51
Pongo
una taza de agua
Junto
a la cabra de madera
Sequía
53
Pinturas
de aves
Cuelgan
en rincones oscuros
Los
picos parecen más largos
54
Te
beso
Los
mismos sonidos de las cuernas
Vuelan
lentísimos
55
Tomados
de la mano
Te
devoré
No
quedan ni rizos
56
Miro
a lo lejos
Las
lámparas
La
soledad hexagonal
58
Cuento
los silbos del tren
Marco
cada página del cuaderno
Espero
ver el día del mar picado
60
El
martín pescador
Al
acercarse al alma del pez
Cae
en la trampa
61
Un
gusano
Orada
una fruta madura
La
noche se aprovecha
64
Jugando
con piezas de madera
Toda
la tarde para no aburrirse
Un
gato viejo
65
En
la sala
Un
moscón
De
pronto levanta la voz
67
Instante
de año nuevo
La
tierra
Una
vela brillante
69
Las
nubes
Cubren
la luna
Cierra
los ojos
70
La
espada
Ya
fría
Y
estoy aún en el agua
71
El
abismo enseña a los árboles
A
aferrarse del acantilado
Y
florecer con precaución
72
Las
nubes grises
El
mar negro
Los
peces suben a la superficie
73
Al
hundir los pies en la tierra cálida
Rejuvenezco
Junto
al árbol
74
Las
hojas se mueven
Abro
la puerta
Martillo
en mano
75
La
cucaracha
No
se atreve a acercarse
A
la espada oxidada
76
Gota
de rocío a fines del otoño
¿Qué
hago para sanarte?
Ser
transparente
77
Boca
arriba
Por
las lluvias primaverales
A
veces cojo una gota
79
La
hierba en la tumba de mi padre
Como
acabada de plantar
Fue
siempre así
80
Una
mujer reza
Un
ciempiés
Se
marcha
81
El
sol
Atraviesa
la niebla
Se
enfría con el entierro
83
Noche
de cementerio
La
linterna indica el camino a la aldea
El
punto cardinal opuesto de la tumba
85
La
tórtola vuela
En
torno a mis antepasados
Tiempo
de quemar la paja
86
Es
la misma llave
Hoy
No
puede abrir
88
Oscuridad
El
ratón y yo
Cruzamos
la calle
89
El
viento sopla
Sin
pausa
Una
cueva de grillos
90
La
noche
Desciende
pareja
Conmovida
por la flor ya sin aroma
91
Pego
el oído al agua
Espío
Las
historias del pez
93
Las
nubes esperan
Que
el río
Las
lleve al mar
96
Natalicio
de Buda
En
la esquina del patio de la pagoda
Los
huevos de hormiga hacen fila
97
Mientras
llueve
No
hay partículas
En
caída libre
98
Olvídense
de las alas
Podemos
Volar
99
Buena
cosecha
Las
hormigas acopian provisiones
En
las manos de Buda
III
A
techo descubierto
Inocencia
Al dormir el alma se separa del cuerpo
Puedo volar entonces sobre las flores
Vagar como en los viejos tiempos cuando mi madre se
ausentó
Y me olvido de este cuerpo callado y sufrido
Así puedo admirar el polvo
El viento todavía canta verde en lo alto
El sol dispensa copiosamente sus lluvias
La vida es un cuerpo que duele
La maldad duerme en las coronas de las flores
Pero al final la tierra es sana y pura
Mi alma con las gotas de sol brilla como perla
Se vuelca en el campo infinito
Y al amanecer
En cada gota de madrugada
Se reencuentran mi alma y mi cuerpo
Puede que sea yo y no otro
Quien llore como un recién nacido
La
medicina amarga
Para Ngọc Trâm
La fiebre te abrasa en la base del fuego
También podría ser yo la ceniza
La medicina amarga no puede esperar más
Tomo tu mano
Y la vierto
Dolorosamente dejo caer el recipiente con...
Mi hija. El rocío cae gota a gota
Exprimido de la noche fría y dura
Y los pétalos de flores delicadas
Participan los aromas gracias a las raíces
Las callosidades se forman de los sudores
Derramo la primavera en la taza amarga
Las lágrimas de mi edad en silencio en silencio
La verdad llora sin rumbo fijo
¿Qué bebes en el sueño?
Dejo la taza en la ventana
Cuando seas grande como yo ahora
En el fondo de la taza aún habrá ciclones
Escritos
para flauta
Soplé en el oscuro corazón de la flauta del abismo,
para hallar los siete caminos al cielo: do, re, mi, fa, sol, la, si.
Cada tonalidad vuela lejos, circula hacia la luz de
siete colores brillantes, para que la otra sombra también tome forma de flauta,
para que sople en mi agonía los labios de la flauta.
Se abandona el tono bajo y se asciende, y luego se
cae en la noche con su escala de tonos. Se escuchan ecos de pasos pesados en la
sombra, que dan cada vez un tono más alto.
El universo abatido flota en la noche. Las suaves olas
calman las llagas abiertas allí, para ver con el alba la otra orilla.
Cada rincón de oscuridad en mí, subsiona el sonido
como si fuera una mama, y mi boca revela una luz que con un flujo pausado penetra.
Das
el pecho a nuestra hija
Esta tarde das el pecho a nuestra hija. Afuera cada pata
de hormiga se marcha, cada ala de abeja se agita. El lugar en que habito es el
cuadro azul de tus ojos sonrientes. Nuestra felicidad incomparable es estar
juntos, como cuando nos acostamos en la fina arena al pie del dique. Besé tus
pechos fragantes como la tarde y las cigüeñas a través de mis labios se posaron
suavemente en tu alma. Nuestra habitación no tiene paredes que la limiten, el
tiempo y el espacio se consagran cuando admiro tus pechos como las olas del
mar, cómodamente instalados en la boca del bebé...
Escucho las voces de las lagartijas marcando el ritmo,
o el caer de las gotas de agua en la tinaja de nuestra casa.
Desde
un vuelo
En la niebla densa y húmeda
Y en la callada sombra de los árboles
Se dispara el vuelo de un pájaro
Como en toda espera
En el espacio inmenso y misterioso
El vuelo se convierte en señal de comandos
La escoba sin piedad hace temblar la calle
Los dientes afilados del peine escarban las raíces
del pelo
Los labios solitarios buscan los pezones
Cuántos ojos abiertos ante las llamas violentas del
rocío
Se nos ha dicho desde la antigüedad
Que a partir de un vuelo nace el fuego
Hay chispas de carbón que caen en las heridas
ardientes
Después que el pájaro con suavidad se posa
En la columna vertebral y el cráneo
Veo a través del pecho que las nubes grises
lentamente clarean
Variaciones
en la noche lluviosa
Ya escampó
Y el trueno es sólo un eco
El germen de un brote en la oscuridad
Trata de ocultar la aridez del suelo desnudo
Al tantear con las raíces en el pecho
Al costado de las ansias
Y los recuerdos
El sombrero cónico una capa de paja o los rayos a
través de la barra celeste
La noche se ha acostado en cada tumba
Una camisa negra ha quedado enganchada en el árbol
Ante la frescura
Y lo que al mismo tiempo resuena
Se desvían los sonidos hacia un dormir sin fondo
Donde se rompen los sueños al revés
La lluvia fresca ―su floración de hojaldre― algo
dice
El
ritmo del otoño
El otoño suelta miles de barquitos
Se respira rítmicamente el sonido del agua que ronda
Hay perchas como manos invisibles en mis hombros
Las dos orillas se sosiegan nerviosas
Las gotas de lluvia caen desde los sueños de verano
La hierba se alza vacilante y da la bienvenida a
cada gota
Desde los restos de las hojas sus almas corren a la
punta
El azul llega en las cuencas de los ojos sin neblina
De aquí a la costa era curiosamente cerca
Sin embargo vacilan todo el otoño
Que sosobró en los colores de la flor de pasión
Hacer que la otra barca vuelva en su búsqueda
Ruidos
en la puerta
Retumban en los sueños como truenos
En la vieja cama
La extensa tierra se revuelve una vez más
Y el holor de los campos brumosos
Se mezcla con los sudores de las sábanas
El destino de las garzas se aventura
En los mosquiteros sueltos
Los arados ladeados justo a la rodilla
Las corrientes inundan los oídos
Los puños llenos de camarones y pescados
Los deslizamientos rompen las costas
Se calman y se recuerdan en el delirio
Es el sonido de un trueno antes de las azadas
Antes de los saqueos de árboles en el barranco
Los rayos se van sin eco
Por la entrada de un estrecho abismo
Sueña la puerta atascada
Con una carretera abierta
El
verano está muy cerca
Los caminos soberbios
La estatua de sándalo grabada desaparece de repente
La llovizna toma un respiro
Cubriéndome la boca, tú dijiste:
―
¡No se canta en dióxido de carbono!
Anticlímax
Dejarse ir bajo las rejas del arado a la deriva en
la niebla
Los cuernos de búfalo sobresalen de los agujeros negros
Se rompe la tierra para que las hierbas crezcan
Sopla la humedad en su lugar la descomposición
Las almas luchan por reencarnar
Las hierbas cola de perro como banderas en la senda
La casa ubicada en el sueño de otra casa
Las aves escuchan el clic del fusil entre los
troncos cubriendo las nubes tostadas con la puesta de sol ardiente
La ostra abre la boca ahogada de humo de la efímera discusión
sobre la inmortalidad entre el agua y el barco
El oso deja el panal de abeja abrazado desde la copa
del árbol hasta la trampa
…
Los búfalos se esfuerzan en la tierra inundada
Las cuerdas del tiempo se suspenden
Explota el suelo duro
Las llamas suben hasta las nubes
Las almas son incineradas por última vez
Alguen extiende los brazos
Y habla sin llegar a dar voces
La
aldea
En el agua se deslizan las sombras de la laguna superior
Se hunde el polen y se corrompe la flor acuática del
bim
La senda se entreabre
Las raíces mantienen el suelo
Las carreteras esparcen los pechos perfumados
Se conectan los rostros con las cabezas
Se pasa de mano en mano una y otra vez
Otras sendas
La huella de hoces
La huella de cimitarras
Las lágrimas tiñen la hierba arrugada de polvo
La piadosa aguja perfora un trazado de vida
Asegúrase de roturas
Las llamas rompen el espacio del cubo de cal
Se estrujan las alas de la cigüeña plástica
Soplado y estirado la camisa de paja los tambores
Las banderas que vuelan para abrirse
La apertura de cada tumba
Se recogen gravemente las enseñanzas de los
antepasados
Mi aldea
Las manos temblorosas componen los huesos
Antes del amanecer
Los
cantos de cosecha
Se extiende veloz abrumadora la tierra roturada
Con cada inundación vertida salvaje salvaje
Me arrastra fuera de casa el pequeño jardín
El pájaro corta un inmenso espacio y traza una ruta
infinita
Mis raíces llenan tus ojos y se ven exuberantes
Cada semilla pulveriza la calidez del suelo mojado
Hasta la respiración hace que el cielo no sea vacío
Y se abroga el derecho de crear las nubes
El ardor en los ojos quema la paja de arroz de la
vieja estación
Cambia los horizontes de la mirada y el espacio
mismo
La tierra recibe el residuo de lo quemado
Se confía en la nueva temporada que aplasta y
suprime todo
Los besos el silencio despiden calor y horadan el
suelo
La sobrecarga del circuito subterráneo antiguo lleno
de cepa mística
La tierra fértil abraza la aurora naciente alzando
el rostro
El aumento de la fertilidad de la hierba exuberante
En la temporada de renacimiento germinan espigas
doradas
Los truenos explotan en las manos seminales
Las fibras de aluvión rodean la tierra por cada
esquina
Te agachaste un instante y el río llegó a la carrera
Sonámbulo
Para el escritor Bùi Ngọc Tấn
Brindamos
Muertos de risa rayamos las rocas
Los cristales se templan en las manos
Termina el canto de las aves
Caen las huellas podridas y cubren los peldaños de
piedra
En la almohadilla del edredón los insectos respiran
juntos
Se aspira una extraña lluvia
La boca profunda de la taza los pechos ahuecados
La grasa de cerdo cubre la tabla de cedro
Qué suerte sobrevivir esta borrachera
Los ojos de los parientes arreglan las cosas
Pastoreo en el níveo campo
Las letras fertilizan la tierra
Es una aberración...
Paredes socavadas en la noche
Ponte de pie nadie sabe
Lo que tumba a su paso el sonambulismo
Añadir otra taza
Otra más...
Te
escuché por el teléfono
Tu voz en el teléfono suena transparente y ligera…
Una
gota de agua se evapora
Una
semilla de árbol germina
Una
fruta madura acaba de caer
Un
arroyo corre
La distancia hasta el otro extremo se reduce a los
campos y los pueblos, la carga por palé. Son los camiones, la torre en construcción,
las raíces profundas. Tu voz no los cruza, sino que los empequeñece, abre las
puertas del otro lado. Te escuché abrir capas sagradas gracias a las raíces
profundas en la tierra cálida, el río que desemboca en la carga por palé, los
pueblos fértiles, las altas torres, los exuberantes campos de arroz en los camiones.
Dime más frases vagas sin contenido
Cuando dejes el audífono tal vez todas las cosas
intentarán encontrar el camino de antes…
Sólo
quedan las ondulaciones sin fin
Sólo
queda la absorción de la clorofila
Sólo
queda lo que vuela dulce
Sólo
quedan las costas rocosas oscilando
Hermano, hermana...
De mañana en el escritorio. Abro la agenda. Tu mano
desde el revés de la página toma mi pluma y la aprieta con fuerza. Un trazo dibujado
con un temblor.
Flotando los dos como peces, me has dicho:
―Tu
cuarto es demasiado estrecho.
―
...
―Compacto,
pero cálido.
Se viran todos los objetos esféricos. Pantallas de
lámparas, pisapapeles, animales, tazas, termos, TVs, relojes de pared,
ventiladores... Y me enseñan cómo respirar, una aspiración profunda con todo el
pecho, ¡apretando todos los objetos con los pies! Esto me da una percepción
diferente.
El camino resulta las extremidades
Una vez que las hojas derivan en la hoja
La luz lunar se aquieta
El camino se adhiere
Se alza con los cascos del caballo
Me renovaste como la sombra de los árboles
Tus cabellos como viejas raíces
El tronco vertical que se levanta
Que quiere subir
En la diferencia de atmósferas
En los arranques
Quiere apremiar el calor corporal
Empujar desde el suelo
Desde lo profundo dormido y acumulando energías
En apoyo de las entidades
La decantación desde ti
Extraída de ti
Que existes
Y no existes
Desde la cima de las cataratas se deja caer
locamente
La voz de la cascada o aullidos gemidos gritos...
Las espumas se levantan y huyen
Se reflejan en un arco iris
Ir al mar solos
La nostalgia atada a las raíces del cabello
Tu cuerpo frente al mar vuela
Se mezclan los rostros. Se desatan tonterías
inimaginables. Ponte en el vacío, sopla en los dedos de los pies, destella como
un cuerpo en el espacio. Comenzamos los movimientos de respiración. Tus pies se
pegan a mis hombros. El sudor brilla en la garganta oscura. Usa la lengua
blanda que sólo me cuelga...
Mi boca era el fruto aromático y el té que tomaste.
El pastel con helado de canela. Lo recuerdo aún. La silla era muy grande.
Cuando las flores de lomo labrado y mis labios se quemaron en la lámpara
sagrada en el rincón oscuro. Las flores parecían ser sólo un pequeño desahogo
de la sección subterránea. El suelo se sacudía cuando la flor se aquietaba.
La luz se rasga. Es de mañana. Perturba ver que parecemos
peces con los ojos desorbitados. Echas sobre mí las deformidades de las imágenes
de la flor. Es fácil estar trastornado si se vive en un mundo de astigmatismo.
No, todavía queda la voz. Una sílaba sigue a la otra y aparece una verdad. La
verdad transforma la convención ordinaria.
Vamos a los suburbios para encontrar un espacio para
relajarnos. Miramos fijo un punto en el suelo verde. Quisiera ser como las
nubes, volar y juntarse. De repente, tu respiración se eleva desde las raíces de
la hierba. Las fuertes lluvias de anoche estuvieron aquí. Los ciclones, los relámpagos
sin sonido... Te estaba esperando desde mucho antes.
Ámense los unos a los otros. Son los rituales del
cielo y la tierra. Ahora es la primavera. Soy de metal y tú de fuego. Desde el
fuego se hace la tierra, la madera, el agua. La Tierra se estremece. El río refluye.
Un millar de cotiledones en el cuerpo se abren de golpe.
Mantengo
la calma acompañando al invitado a la puerta
Acabo de preparar el té
Al volver
Él ya no está allí
Llamo por teléfono
La familia me dice que murió hace siete años
Estoy confundido
En mi casa
Todo está al revés
No recuerdo desde cuándo se quitó el retrato
¿Estaba donde intriga sinuoso el reloj?
¿Quién me dio este juego antiguo de té?
Visito a los vecinos
Trato de conseguir provisiones
Algunas aumentaron de precio
Otras no
En mi casa
Todavía el té está caliente
Empujo la taza hacia el lugar del invitado
Hay una silueta de un metro y sesenta de altura
parado enfrente
Se hacen reverencias a cada rato
Increíble
La abeja que voló en la habitación
¿Es de plástico o de madera?
En su cuerpo hay heridas recientes
Es verdad que ha volado
El aleteo de alas templado y perfecto
No creo en la abeja
He probado con pequeños movimientos:
Me
quedan todavía 532 páginas de un viejo libro
Cuento
con los dedos limpio la pipa
Apruebo
el informe intento firmar destruir los documentos
Pero parece
Que todos los animales en casa
Se forman todavía a partir de residuos:
¿El
gato tricolor ha nacido de los trapos?
¿Los
peces que nadan en el acuario vienen de las latas de cerveza?
¿El
canto del ruiseñor en su jaula es la tetera rota?
¿El
perro frotándose con mis manos está hecho de periódicos viejos?
¿Las
hormigas que cargan pacientemente su comida son pilas de aserrín?
Girar
en el techo
Despierto en la noche. En el mobiliario de la
habitación brotan setas. La escultura se convierte en un puñado de tierra
mojada. El ventilador por última vez se abre y se cierra como un tubo de bambú.
En la oscuridad, el sonido de los artistas muertos es un eco:
―
¡Date una vuelta por el techo para despertar las cosas!
Hago girar la botella, la semilla, el bulbo... con el
labio para soplar vidrio que, en las cartas de agitación, se hunde en la pulpa
de lejía. Las gotas de tinta se acumulan tras la ondulación de la distancia
como una mancha de aceite. Las mejores prendas caen. Esta es la hora del
silencio para la seda y el algodón. Devorar la oscuridad, la comida rancia, no
el concepto de la cultura alimentaria. El aroma del té regresa al bosque. El
agua silba en la base inferior rota de la tetera.
Cosas así no pueden dejar de girar. La basura se
vuelve cuadros adquiridos, ventilador de techo, línea telefónica. Bragas
pegadas entre las máquinas, el aparador y el equipo de hacer ejercicio. La
escoba, el fumigador de mosquitos, los CD entran en el refrigerador. El pez
muere en el sendero cerca de la ventana. Los ratones ahogados nadan a lo largo de
la bandeja de grasa. Los polvos para lavar fruta giran esparciéndose sobre el
mango, el cuchillo, la tabla de cortar, el altar. En el plato de salsa gira el
tofu. El tarro de salsa picante navega boca abajo. Y es mucho más lenta la
aguja de los segundos que la de horas.
El mundo gira mientras despierto. Aún así hay tiempo
suficiente para beber agua y lavarse la cara. De escoger un objeto. Y poner
rápidamente un pie en la línea de salida.
Las
variaciones del cuervo
El hedor mortal jalaba la mecha al cielo
El cuervo resplandecía
*
El nacimiento
Sigue la voz del cuervo
Irresistible
El paquete bien envuelto se abre
La corrupción no se puede ocultar
Un curandero quema libros en un rincón del jardín
Los medicamentos en el almacén están vencidos
Las brujas bajo condena
Las bocas clavadas en los ganchos de hierro
El nacimiento
Cuando la campana repica de forma inesperada
Se captura al viejo cuidador del templo
El pez salta para sucidarse en la nube
Había en el cielo millares de anzuelos
El nacimiento
Se vierten tintas y sangres a los pies
Se estrangula la garganta los pulmones
Escribo un trazo en la primera página
Se compaginan miles de hojas
*
El cuervo se lanzó desde lo alto
Con las alas filosas
Hacia el punto de referencia del cadáver
Rompiendo el espacio
El viento no alcanzó a vendarse por el apuro
*
Saca de las cuencas de los ojos
Las visiones
Las fotos que son testigo
Cava en la lengua
Y la estira
Y la despliega bajo el sol como lección verbal
Arrancando cada trozo de carne
Separando los huesos
Abriendo los intestinos
*
Acaba de extraer el cráneo
Cubierto de hongos
No podría escribir el memorándum
El cuervo sueña
Que todas las muertes son planificadas
Tras la voz del cuervo
Alguien se encuentra a voluntad
*
El cuervo entra en la habitación
Un dedo se levanta débilmente
Quiere decir:
Esta
es la boca del fusil
La
lengua de la lanza
Aún
el azadón los picos
Aún
los dedos bien duros
Más bien están congelados
Y se petrifican
Y se corrompen
*
No te acerques a las sombras
Son los zopilotes
Que extienden las alas en crepúsculos y amaneceres
Las garras se clavan en los vientos
Destruyen las hojas
Rompen las ramas
El poeta se cobija en la sombra
A cada letra le han sacado los ojos
*
Mirar
Las cosas
Fijamente
Pues si no
La sombra de los zopilotes
Te alcanzará
Tu silueta
No levantará la voz
Con temor como un pollito
*
Algunas personas surgen del tumulto, con capas
negras, negras máscaras. Corriendo y batiendo sus brazos por ambos costados.
Intentan levantar sus cabezas. Sus sombras negras retornan a la zaga de la
tierra.
*
Dormido sobre las ramas con el estómago reventado,
el cuervo sueña que cada trozo de su alimento se convierte en huevos. Los
cuervos pequeños salen en fila de los huevos, inmediatamente vuelan a la caza siguendo
sus instintos de carnívoros.
*
Los dolores sin fin contemplan la vida que parecía
muerta. El abrigo dio la alarma cuando pasó junto al armario. El teléfono
duerme silencioso. El gancho abre la boca e intenta esconder sus garras. El
cabo de la escoba se engancha en la mano del basurero, lo arrastra hacia el cesto
de basura. Las alas del sombrero aletean y caen arrancando el rostro del
guardian. Nadie abre la puerta. Aún así muchos encontraron la forma de entrar.
*
Las almas despegadas buscan maneras de fortalecerse
para luchar contra los cuervos malvados. Después de los disparos de salva, el
humo se extiende como una cortina, con las primeras letras de una nueva
lección.
*
Esta es la última frase del testamento:
“Al
comienzo del entierro aparecen los cuervos”
*
La noche entra en el buche del cuervo
Y nosotros también ―estamos ansiosos como un río desbordado.
Las gotas turbias buscan cruzar las fibras de la tela. El inmenso rostro del
agua soporta las oscilaciones, con la esperanza de mantener la forma humana. Al
encender un palillo de fósforo, recuerda que la mecha aún está lejos. Bate el
brazo, habla bien alto sólo en la oscuridad.
El cuervo taciturno atraviesa la noche
Da una voz entrecortada
Es la primera vez que la voz se queda sin eco
Así
es
Cuando se marchó
Llevaba un jersey de lana más o menos verde
Pantalones anchos en la entrepierna
El pelo corto
Y sostenía un libro
Se acercó a la puerta mientras murmuraba:
…
luz y sombra... aroma y putrefacción... se hincha y se deshincha… se va y se
viene... y luego se tiene lástima... está bien hecho y madura... se aguanta y
se denuncia... se estanca y se suelta... se alimenta y se atraca... se destapa
y se cierra... se amenaza y se arrepiente... se da y se engaña... se tapa y se
abre... sin querer morir... se busca y se encuentra...
Echa el pestillo a la puerta de madera
Ajusta la puerta de hierro
Cierra con los cinco candados
Luego tira la llave dentro de la casa
Voltea las mantas donde se acostó
Hay un papel con escritura garabateada a mano:
“Quién
me encuentre en alguna parte, llame al número...
Gracias
y habrá recompensas”
después el papel sigue haciendo eco:
…
se remueve y se enturbia... deshonor y queja... se termina y en paz... pasiones
y despertar... se pide y se da...
La
lección
El brazo y el codo siguen siendo duros
De la muñeca abajo hasta los dedos todo es blando
Dignamente se mueven las manos dentro del costal
Todo esto lo supe desde la infancia
(Una vez despreciado como mercancía al por mayor
El dignificante me empuja por la acera
Lección que dura hasta la vejez)
Dignamente mata un mosquito
Dignamente da un vago discurso
Dignamente se reclina en el vacío
Dignamente roba los impermeables
Dignamente despide mal aliento por la boca
Dignamente se empasta un diente equivocado
Dignamente orina en lugares públicos
Dignamente se limpia los mocos con un pañuelo
Dignamente revisa su rabo desde el bolsillo en la
reunión
Dignamente pega los mocos en el vidrio
Dignamente extorsiona al vagabundo
Dignamente espia los teléfonos
Dignamente mira los pechos femeninos en el funeral
Dignamente firma los trabajos científicos
Dignamente hace poesía de amor siendo impotente
Dignamente manda virus por email a otras personas
Dignamente se fija en los exámenes
Dignamente utiliza billetes falsos
...
El brazo y el codo siguen siendo duros
De la muñeca abajo hasta los dedos todo es blando
Sólo
un sueño
Me cubre por completo la boca
Depredadora
Y me pide los genitales
Habla por favor
Porque si no estoy de acuerdo
Debo tirarte con la escoria
(Concen hasta los mantras secretos)
Le dije:
Puede quedarse con todo
Pero debo mantener algo personal
Como juguetes bayetas perros búfalos
Me agacho para acomodar el yugo sobre los hombros
Se le altera el ánimo y empieza a ladrar fuerte
Yo agito los cascabeles y toco el pito
Estoy molido y mi cuerpo yace en el suelo
Corro en círculos y con la boca llena de espuma
Contraje la locura de la muerte
Estoy cansado tengo arritmia voy a estallar
Absorbido por el agua y exprimido con el agua
Sueño
sin fin
A la memoria de Diễm Châu
La lluvia dejó de darte frío
Cae en el sueño al amanecer
Las olas turbias hurgaron
Cuando naciste la costa de los mejillones
A techo descubierto
La estrella ilumina las gruesas gafas
Que dejaste un momento sobre el teclado
La mañana de un 28 de diciembre mientras llovía
La lluvia helada
Congela el suelo
Revisa las páginas que estaban abiertas
Un niño llora en la copa de los árboles
En alas de los pájaros que se bastan por sí mismas*
En las nubes que vuelan bajo
Los vientos llegan
Envuelven telas blancas en torno al manglar
El ataúd sobre el cielo ondulante
_________
*
Según la poesía de Diễm Châu
Notas en la Gran Muralla
Nubes sobre los hombros rocas pesadas
Gravas borrosas
La respiración llena de arena
¿La Gran Muralla es una obra sin terminar?
En el espacio hay mensajes de eunucos
Si atrapan al que roba piedras y compone poesías
Debe ser golpeado en la boca
A sus órdenes
Miro arriba y veo una cara obesa
Las manos frías los ojos grises la voz aceitosa
El techo del mirador con color púrpura*
En forma de machete manchado de sangre
Encorvado empujo la luz del sol
Con pies cansados empujo los vientos
Con tal de que me acerque a la flor
Que irradia frontal los vientos fuertes
Señor emperador/ señor/ camarada...
funcionario de segunda/ ciudadano de paja/ hermano
menor...
cumpla los deberes
Esta es la cima del cielo
O el fondo del abismo
Sólo se encuentran heridas en la espalda quemada
Los sudores de los viajeros sobre las piedras grises
Se convierten en flores vanidosas
________
* Puesto de guardia
en la Gran Muralla
Enseñanzas
para los niños
Los niños del vecindario saben demasiado sobre los
adultos; pronto deberán sufrir las enfermedades de la vejez. Todas las noches
se reúnen, susurrando en el jardín desierto; han asignado a uno para ser
guardia de los otros que excavan refugios, enterrando los objetos antiguos por
precaución. Se asustan ante el atardecer o la decoloración, mientras que las
olas rompen... Se recomienda la dieta de fruta para prevenir la presión
arterial alta, la grasa en la sangre, los fibroides de próstata... Todo menos
verlos gritando en sus rabietas. Unos decían: “¡Las lágrimas de los niños corren hacia adentro!” Yo y otros les preparamos
los juegos, el embalaje de bienes, la construcción de palacios, echar el barco de
papel en el patio... Jugar a la guerra, fingiéndose muerto. Los niños toman las
hojas y las dejan sobre las narices de las personas muertas de mentira. Las
hojas se marchitan pronto, amarillentas. Un niño seguro de sí, alegre: un día
de viaje, un dechado de sabiduría. Se ríe cuando me levanto. Estoy aturdido y
vuelvo a mi asiento. Pongo los pies en tierra y doy cada paso con torpeza.
Y
tú vete por ahí
Esta noche
Suceden muchas cosas extrañas
Pero el sueño ha absorbido el alcohol tóxico
La memoria perturbada
La pantalla de la televisión pierde la señal
Los párpados abiertos como dos huevos
Abro la boca había dos tornillos rotos
Dos raíces de clavo que acaban de sacar
Alguien me susurró al oído:
Vamos
a esperar y ver el cielo cubierto de musgo
La
superficie del agua devora las últimas estrellas
Esta noche las serpientes
Los escorpiones desbordaron la ciudad
Pero no temas
El diseño de las casas ahora es de búnker
Nadie sale fuera de noche
Después a las 0 horas según los vecinos
Un intelectual despertó sonriendo tontamente
Y proclamó el día como una broma
¡Una verdadera broma!
Quien se ha quedado escondido entre los árboles
Espera que las hojas caigan como dinero
Si no se oculta antes del amanecer
Se lo decomisan todo o las hormigas lo devoran
Bien
Hago la emboscada ahí
Y despierto a las cinco de la mañana
Él
I
Donde una sombra devora a otra
Se sentó a murmurar...
Sonido de murmullo continuo
La oscuridad no formada
Tragando poco a poco la sombra de otra
Una sombra más densa imposible
Es el lugar perfecto:
el espejo se ha arreglado/ el gusano ha nacido/ la
virginidad perdida/ el cable roto/ el drenaje ya limpio...
Es el montón de residuos de trapos/ los trozos de
vidrio/ los tampones/ los zapatos sin estilo...
Es la bala dando en el blanco/ los salmos de la reencarnación/
el río que desemboca en el mar...
Él escaló el árbol altísimo
Y gritó:
Escucha la luz aquí
Según la antorcha parpadeante
La gente ve que vuela como un ángel con los brazos
abiertos
II
Sonrió, se abrió paso a través de los agujeros cortados
en el cartón. Los dedos huesudos se reducen a la mano de hierro en el punto
focal. Él, la mano que busca el placer del perro para atravesar la gran pared.
La posición de la mano en el cartón para salvar la distancia es demasiado
corta. Es difícil respirar.
Cada vez que sus manos atraviesan el agujero, otras manos
se extienden nuevamente. El cartón se parece a las medusas trabadas en los
anzuelos. Gira la placa de cubierta, canta: cielo azul... este arco y un amplio
pecho...
Del otro lado del cartón hay otro mundo. Las señales,
el viejo maestro, la perspicacia, la experiencia, los mercados, las medallas,
los trabajadores del alcantarillado, el incienso, el consejo, los monjes, el aceite
de baño, la ratonera, el profeta... Y también otra forma (¡pensó eso!). No es
de extrañar por otra parte que no se deslice.
Tiró el cartón en la basura, por el ataque,
golpeando el agujero convencional, y corrió a una velocidad vertiginosa.
Un prospecto del futuro en este deporte. Con el título
formal del vespertino, él aparece en la lista de campeones.
Síndrome
del rumor...
Yo pago al limpiabotas el doble del precio
Doblo también para comprar sandalias de plástico
Para comprar un ventilador un paquete de palillos
Por favor él (ella) no pague a la tierra con sólo las
manos
No gruña ni se encoja ni ruede...
No negocie para que su niño aprenda más
No negocie en reuniones con sobres de dinero
No negocie cortes de pelo lavados con champú
No negocie la cantidad de medicamentos recetados
No negocie aleros de refugio
No negocie asientos en la costa
Tome las facturas a través de la arcada
Ponga un poco de dinero detrás del cristal
Doblado y ofrecido como un ramo de flores
Mire al techo y explique con confianza
Tome agua con estilo de robot
Avance a través de la multitud como en el vacío
Deje la caña de pescar y trabaje en otra cosa
Enrolle los cordeles sin que se lastime las manos
Encienda el motor y váyase rápido
Por favor él (ella) no intente levantar la cabeza
No muestre más sus blancos dientes cuando ría
No use mejillas hinchadas ni ojos desorbitados
Que las afiladas uñas no se doblen hacia adelante
No extienda el cuerpo en el río al beber agua
No desmeche la carne cocida
No arrugue las frutas de color marrón
No pise ni de pasos con cautela
No se encorve ni ronque demasiado
No grite ni gima con toda la boca
No saque la cabeza ni las manos afuera
Debe meditar o leer más
No escupa en las paredes ni en los pedales
Cuando tosa cúbrase la boca
Asegúrese de usar el inodoro
Recuerde pronunciar claramente
Ofrezca brindis y beba sin apuro
Duerma conmigo con una manta limpia
Recuerde cepillarse y peinarse...
“...
Ha dejado la bestia el bosque…”
Mirar
de cerca
En la basura hay un esqueleto de pescado
Lo que queda de la carne que se pavoneba en la
natación
Junto a la tabla de cortar ensangrentada
Está la tabla de cortar desechable
La gorrita aún un poco caliente
Algunos aromas del champú que hace fino el cabello
El dueño no tiene hongos en la cebeza
Las tijeras. El termo. La pluma...
Cinco hojas en blanco
Junto al registro como en una reunión
En el registro el presidente el secretario y el
delegado
“Hoy
en día, a las 17 y 30 horas, en el...
Total:
32
Ausentes:
04, con justificación...”
En la basura hay una cometa de papel
Ramos de flores sobre cinco o siete pares de zapatos
El viento todavía sopla a través de la flauta
inocente
Un bote de basura con inscripción impresa en la tapa:
“No
hay contaminación. Puedes estar seguro”
Saber
es sobrevivir
En la casa del jefe de aldea
Una carreta chocó contra el portón
Se abre el I Chinh para consultar
Tenemos desgracia
El libro también dice
En la sección de los lunares
Página 267 3ª línea de abajo hacia arriba
Que el dueño de la carreta es infiel y mujeriego
Considérese que la mujer que cobra la electricidad
Tenía un morado en el ojo izquierdo
Anoche fueron atrapados in fraganti
Cuando se abrazaban en el restaurante de carne de
perro...
“En
el registro aparecían las 05 copias
Tienen
el mismo valor jurídico”
El dueño del restaurante de carne de perro sabe
demasiadas cosas
Fue interrogado por las autoridades sobre la
situación
Le tomaron declaración durante cinco horas
Cuando llegó a casa su mujer le riñó fuertemente
Una cabeza canosa pero estúpida
Él se sintía mal
Su bravura se le subió a la garganta
Pero lo pensó dos veces
Al ver que la mujer tenía razón
Con disimulo tomó unas cuantas copas de vino de
arroz
Y salió al patio a contemplar el día
La próxima vez que sepa algo me callo
Para qué lo cuento
La
boca inmortal
Seguro que esa boca flotante es la del difunto
Intenta alcanzar lo alto
Intenta alcanzar el suelo
El esqueleto de esa boca ahora se funde en el polvo
¿El de color amarillo brillante?
¿O el negro mate en la caja de cerámica?
Pero aún así la boca se mueve vivamente
O se cierra en firme
O sonríe con bondad
Pongo en boca de la fonética
Cómo escribir en un sitio web cuadro de búsqueda
El resultado se vuelve abrumador
¿Me pierdo en la emboscada?
¿El software está infectado?
¿O el carbón ardiente ha caído sobre el iceberg?
La boca no emite sonidos
Acaba de terminar una película muda
He insertado los sonidos de palos
Los sonidos de comandos de órdenes
La voz de alguien
Y la del coro
La boca sigue su curso a la deriva
Sólo la idea de que alguien se proyectara en tu
pensamiento
La
historia más larga aún
La cucaracha que se arrastra a mi lado dice:
Mi reencarnación fue hace sólo tres meses
En la vida anterior solía ser muy decorosa
¿Decorosa porque sufre un destino bajo?
No le creo y me trepo en el marco de la puerta
Entonces
¿dónde están los testigos? ¿Y la evidencia física?
La cucaracha muestra una pata peluda
Bueno entonces considere esta extremidad temporal
Que vacila al cruzar la puerta de hierro
Y se extiende desde la bata de felpa
De una persona con boca ancha espalda escultural
Largos pasos rodillas fornidas
Debo continuar imaginando
Para que otros no me denigren por ciego
La cucaracha y yo juntos en la conferencia
científica
Juntos en el uso de máscara para observar flores
Juntos en la cacería de pájaros y en la solución de
problemas
Juntos en secarse el sudor y ser profetas
La cucaracha y yo a partir de ahora somos uno
Ella se va. Yo sin emociones.
Mordisquea. Me ahogo.
Excreta. Soy vengativo.
Digiere. Hago trampas.
Huele mal. Soy cabeza dura.
Explora. Abro caminos.
Ella orgullosa. Yo taciturno.
Vivir
inocente
I
Mi esposa dice que quiere curarme la jaqueca
Debe ser que es inocente como el pasto
Fui al campo y vi la infinidad de plantas
Extendí los brazos al viento
Como los aficionados que siguen el ritmo de las
canciones
Un rato después me cansé
E incluso tienía más jaqueca por el sol de junio
Y por imaginar la lluvia primaveral
Los vientos nublados y la luz
II
Mi esposa dijo entonces que aunque fuera un
intelectual
El miedo de mover las extremidades
No debería significar nada
Yo tiré una cuerda por encima de las vigas
Y en la punta amarré mi cabello
Como en una atenta lectura mis manos
Se sorprendieron con el primer tirón del esclavo *
Los dos tomamos turnos para dormir
Decididos a no ser inútiles
Pensando y discutiendo sobre la cuerda
III
Me hice jardinero para mejorar la concentración
mental
Riego un árbol y bebo una taza de agua
Mi casa tiene cincuenta y seis árboles
A un canto de ave por todo el jardín se extienden
las jaulas
Me envuelvo sinfónicamente en cada manto de capullo
Para escapar hay que morder el canto de las aves
Mi mandíbula es débil y mis dientes no tienen filo
Dudando de nuevo y aún más romántico
He preparado té para ofrecer a las plantas
__________
* ...tirón
del esclavo: oficio del personal de servicio, que consistía en tirar de una
cuerda que pasaba por encima de una viga para mover un abanico rectangular, común
antes del año 1954 en el Norte de Vietnam.
Sinopsis
para la mañana siguiente
Mientras más viejo menos habla
No porque esté triste ni enojado
Toda la noche pesca en una charca de cieno
¿Para nutrirse espiritualmente?
No se atreve a bostezar
Porque no es un incauto y las langostas
Los saltamontes se le meterían hasta el estómago
Pongo un tronco para que se recueste cuando se canse
Dejo a su lado una taza de agua
Entonces el sol temprano le hará compañía
Apoyándose en el pie de la montaña
Frente al enorme lago abierto
O la tierra eliminará todos los rastros
Convirtiéndome en un charlatán un cuentero
Tal vez bajo el negro amanecer
Apila los pescados negros
El viento les enganchó los anzuelos en la garganta
IV
La
edad de la basura
Rojo
profundo
Una lámpara de noche que se disipa despierta un río
de sangre. La sangre mezclada con la sangre y la fetidez gotea. Una obsesión
roja.
* *
Es como si alguien me acabara de poner una soga al
cuello y me arrastrara por un estrecho corredor hacia lo oscuro y lo húmedo.
Levanto la cabeza y siento que se me bloquea la garganta. De vez en cuando mi
cuerpo se ensarta en un clavo o un fragmento de vidrio en el suelo. Estoy
raspado, ensangrentado con un dolor ardiente. La sangre hace que mi cuerpo
resbale, me deslizo como una anguila sobre el barro sucio. Me empujan hacia un
montón de animales velludos y desangrados. Rápidamente me quitan la soga del
cuello para volver a usarla para arrastrar otros cuerpos detrás de mí. Veo que
comienza el cambio de guardia, así que aguanto la respiración, me acuesto boca
abajo, me quedo inmóvil, finjo ser mi propio cadáver.
* *
En el cambio de guardia, no veo al del turno
anterior entregarle nada al de este turno. El nuevo soldado simplemente se para
en su posición. Quizás esto sea una escapatoria, una oportunidad, un error, una
falta de responsabilidad. Quizás ejecutaran el proceso mal. O tal vez se ha
convertido en la rutina o hábito de los soldados, pues hace mucho tiempo que no
hay grandes errores en esta torre de vigilancia, ni traspiés que causen un
problema grave. Me arrastro detrás del guardia desprevenido y le doy un duro
golpe en la nuca. Lo ato a una ventana, me pongo su uniforme, libero a los
animales aún calientes, esperando que sobrevivan. Me escapo veloz.
* *
Sufro una pesadilla en que la vegetación se vuelve
amarilla y se marchita, y llueven episodios de anemia. Las hojas secas me
llevan a una época de pérdida de sangre, una época de subvaloración de la sangre,
una época de alabanza de la sangre en su explotación. Un alma de género
desconocido se trepa por el tallo de una hoja y reconoce que alguna vez fue una
gota de sangre. Un árbol cercano y un pájaro carpintero sacuden la cabeza y se
retiran de la discusión con el alma triste. Esa gota de sangre entonces tiene
la misma forma que el rocío, iluminado de estrellas de la noche, una gota
fresca de lluvia de la mañana, una raya de jugo de naranja que se escurre por
la barbilla de un bebé. Es una lágrima que se instala en el rabillo del ojo
lleno de esperanza y expectativa.
* *
La sangre se ha derramado en grandes charcos en el
patio de la casa comunal de la aldea, después de algunas sesiones de denuncia
pública en el período de la reforma agraria. Una mujer que una vez acusó
falsamente a su suegro de obligarla a ser su amante, ahora está enterrada en el
mismo cementerio donde él fue enterrado. Su alma inquieta se acerca para tocar
su ataúd; le pide disculpas cada día al atardecer. Él volvió a los vivos en un
sueño, diciéndoles que elijan uno de los días más brillantes a fines de
primavera para una vez más contar su triste historia, una sola vez. Entonces,
no hablar más del asunto.
* *
El sueño de la sangre produce el fuerte olor
específico de las celdas de confinamiento solitario, las utilizadas para los
soldados patrióticos, leales hasta la muerte. Creen absolutamente en los
ideales que han elegido, y sueñan con lo mejor para la gente y la Patria. Dan
testimonio de aquellos que traicionan sus propios ideales y camaradas al
empañar deliberadamente su verdadero camino de sangre. En mi sueño, veo que se
abren las cerraduras de las puertas de las celdas de aislamiento. El fuerte
olor todavía está allí, pero los soldados patriotas se han ido.
* *
La sangre estalla. La sangre se acumula, sangre
sobre sangre, en las batallas. Los bosques desangrados están llenos de cuerpos
en descomposición. Los ríos y arroyos desangrados conocen cuerpos, los
estanques y lagos ven cuerpos hinchados hundirse o flotar. La sangre se derrama
cuando muchos pueden verla, e incluso cuando nadie puede. Los destinos terminan
y acaban para siempre. La sangre estalló y los cuerpos solían sangrar
internamente. La sangre se coagula rápido y no puede coagularse. La sangre se
lava, se borra de todo rastro, la sangre se filtra en los espacios oscuros del
suelo, se escapa a través de las venas de las aguas residuales. La sangre se
agita y se llama, sangrienta sin ver.
* *
Esta noche todos duermen profundamente, mientras
pasa un río rojo y oscuro. La gente duerme con la boca abierta, duerme con los
brazos y los pies extendidos, duerme como una flor que cierra los pétalos,
duerme como una fruta podrida, duerme en una postura de ibis, duerme como un
muerto, duerme con la cabeza inclinada, duerme parada, duerme sentada, duerme
mientras trabaja, duerme con la comida en la boca, duerme abrazándose el pecho,
duerme con la cabeza apoyada en los brazos, duerme con las extremidades sobre
otro a su lado, duerme boca abajo, duerme del lado derecho, duerme babeando,
duerme gimiendo, duerme con los ojos abiertos, duerme mientras caminan hacia la
puerta y se abre, duerme mientras orina, duerma mientras tiene una emisión
nocturna, duerme ―cruje, de repente ventosea, ronca como un trueno.
* *
Llegan recuerdos, recuperando el espacio del pasado.
Extremos afilados que apuntan hacia arriba desde los tableros de púas, una
explosión seca de cada bala, la gente que usa su propios cuerpo como monturas
de armas o para tapar las almenas, manchas de tinta seca en una mesa de
interrogatorio, montones de actas de reunión numeradas, una urna sellada, una
celebración para un aumento de sueldo, un viaje al hospital para visitar a los
enfermos, regalarle flores a un jubilado, mirar la cara de un pariente por
última vez, felicitar a alguien que acaba de ser ascendido... Todos se
presentan fríamente, tan exactos como una tabla de reparto para una obra de
teatro. El director de la obra aparece de repente como un mago, sonríe
misteriosamente y luego sale a fumar un cigarrillo. En un instante se convierte
en organizador, clarividente, profeta.
Estos tres cantos son traducciones del inglés de Katherine M. Hedeen y Víctor Rodríguez Núñez. Provienen del libro Era of Junk: Epic, traducido del vietnamita al inglés por Nhat-Lang Le y editado por Susan Blanshard (Hanói: Publishing House of The Vietnam Writer’s Association, 2019).
El
sueño
La gente se apresura hacia la oscuridad para
observar el río rojo y brillante que fluye lento y suave. Los corazones laten
rápidamente con ansiedad y también con euforia. Con prisa las preguntas dudosas
se extendieron en la noche como una orden secreta dada para una batalla por
venir. ¿Es esto un baño de sangre de venganza? ¿Estarán nuestras vidas sumergidas
en un mar rojo?
La sangre se mueve serena en formas indulgentes, tan
pacífica como la respiración de un niño dormido. La sangre toca el aire, la
sangre toca los hitos históricos, como una pitón gigante que se desliza sobre
una losa de piedra, como una pelota que rueda sobre un césped. Como gotas de
lluvia que se llaman para reunirse y descender a una tierra baja.
Un trozo de tiza al lado de una pizarra. La sangre
llega para abrir los sentidos, para despertar áreas del cerebro a los
pensamientos más claros, para que cada persona los entienda, para recoger el
trozo de tiza y copiar cada letra por sí mismo. Aprender a leer una oración
simple de una manera articulada. Cómo escribir el nombre de su país. Cómo
escribir su propio nombre.
La sangre vuelve a la temporada de floración. El
arroz cargado de grano. Las batatas se hacen grandes. El maíz con semillas
regordetas. Se alisan el curo del ganado y las plumas de las aves de corral.
Los peces se agitan en ríos y arroyos, en estanques y lagos. La sangre guía los
dedos delgados para sembrar las plántulas de arroz, para verificar cada semilla
de maíz en un suelo fértil.
La sangre fluye tierna por los lechos de musgo,
sacude los cuerpos de los pastos salvajes. La sangre hace temblar la tierra,
como anguilas y lochas frotadas con sal antes de la matanza. La sangre se
extiende serena, lleva el poder y lo sagrado de los sueños. Los soldados de los
pelotones y los escuadrones hace tiempo enterrados por morteros y cohetes, se
levantan del subsuelo como una rama camuflada y fantasmagórica del servicio
militar. Marchan, aún en fila, de regreso a sus antiguas aldeas, cada una
regresa a su antigua casa. De milagro, cuando llegan allí, no falta ningún
familiar ni vecino. Los platos que se sirven para darles la bienvenida no son
comidas rituales de los días de luto, sino comidas campestres frugales, con
sopa de cangrejo molido y yute, y un plato de berenjena en curtido.
La corriente de sangre vierte clorofila en los
árboles, se sacude y limpia sus copas. Los estados de ánimo comienzan a
revertirse a medida que las personas en trance se golpean el rostro para
despertarse, sus hábitos de indiferencia se convierten, por un momento, en una
pasión. Los trinos de un extraño pájaro se alzan, señalando un movimiento
extraordinario dentro de la tierra. Las lombrices cavan un nivel más profundo
para suavizar el suelo. Una rana verde descubre la luz de la luna y llama a su
madre con cariño. El charrancito australiano invita a su compañera a cruzar el
océano.
La fruta verde, recogida antes de tiempo, ahora
reaparece en los árboles, esperando madurar, para volverse dulce y fragante
algún día. Las flores y las frutas, enterradas por gusanos o picoteadas por
pájaros, tiemblan en su renacimiento. Los árboles, cortados en cruz,
naturalmente vuelven a conectar su timbre. La savia de los árboles fluye por
los troncos podridos, emitiendo un olor a pimienta, la fragancia familiar de
nuevas hojas y raíces de árbol. Se respeta y se protege cada árbol como un
organismo vivo. Cada persona disfruta de libertad, derechos humanos y dignidad.
Los árboles fuertes y la gente sana viven cerca y el uno para el otro.
Las aves y los animales salvajes que sobreviven
regresan en masa para recibir la sangre, como reciben a sus parientes después
del trastorno que trae un tiempo de separación. Llevan consigo todos cortados
las colas, los picos, los cuernos, los colmillos y las garras de sus propios
parientes, que otros cazaron y luego mataron. Los ponen cerca de la corriente
de los ríos, luego se arrodillan y se agachan a esperar. La sangre llega y con
gusto resucita cada capa de piel y plumas, calienta cada célula, cada glándula
sudorípara, cada capa de piel.
La sangre libera a los animales en la naturaleza, a
las aves en el cielo. La sangre libera la vida marina, algas y plancton en los
océanos. La sangre permite que los patos y las aves acuáticas se diviertan y
naden en estanques.
Todos, incluyéndome a mí, comienzan a respirar
profundo, ya sin miedo. De repente, todos tenemos el mismo tipo de sangre.
Todos nos acostamos y dejamos que el río rojo cálido y brillante fluya por
todos nosotros. Todavía soy yo mismo pero diferente esta noche. Independiente y
libre como un insecto y un animal, feliz y libre como los peces en el mar y los
pájaros en el aire.
La
continuidad
El agua comienza a fluir hacia las bocas de la
gente, el agua que transporta las almas de los antepasados y la santidad de
la tierra. Las personas se unen en una confluencia de colores contrastantes,
colores que se funden en una marea ascendente ahogada de sedimentos y
sentimientos.
El nuevo flujo regenera las estaciones para la
reproducción, la puesta de huevos y el trasplante. La sangre roja alimenta a
los fetos, nutre las semillas para que broten las flores y se reproduzcan la
miríada de animales.
La espiritualidad y los microcircuitos. Los caminos
de la arquitectura de Ch'i y del software espiritual. Datos estructurados y no
estructurados de lo material y lo inmaterial. Las caras de los humanos, la
fauna y la vegetación están unidas a lo largo del tiempo cronológico y el
espacio contemporáneo.
Las almas de los datos, a la espera de ser
descomprimidas, instan a la gente contemporánea a no dudar ni perder el tiempo
en un solo lugar durante demasiado tiempo.
Las personalidades aparecen en las ventanas de la
interfaz humana a medida que salen de sus renacimientos, esta vez seleccionando
otros valores. Otros caminos. Otras filosofías. Otras vueltas. Otros ídolos.
Otros modelos. Otra independencia. Otra libertad. Otra felicidad. Otros
sentimientos.
Una flor de chrysopogon, silenciosa durante tanto
tiempo, ahora aparece en una esquina izquierda de la pantalla. Emite un sonido
largo como la señal de advertencia de una computadora infectada por un virus: ¡Hemos pasado por una época de basura!
Tal señal no enoja ni aturde a la gente pues ahora todos saben que no son
materias primas básicas.
La flor anónima de chrysopogon ha creado un efecto
dominó, provocando el colapso de una serie de piezas de ajedrez. Una figura de
cara desconocida por fin se levanta y reconoce que no es más que un cuchillo
sin filo. Luego, una segunda, tercera y cuarta figura se levantan para rendir
cuentas. Como el autoconocimiento de la creciente plantilla, un ejército
infinito se extiende. La gente reconoce que son o un paño de limpieza, una
escoba deshilachada, un recogedor, un libro con su encuadernación deshecha, una
silla rota o una plancha fundida. Confiesan ser una manta rota, un par de
zapatos partidos, prendas de vestir pasadas de moda o un viejo recipiente de
plástico cubierto de polvo. Ahora todos llegan de voluntario al punto de
reunión para ser o categorizados o destruidos o esperar su renacimiento.
Los archivos guardados aparecen uno por uno como
tumbas. Se construyen como tumbas elaboradamente ornamentadas e incluso
desatendidas. La pantalla ocupada forma un día de los muertos, lleno de
ofrendas y el humo del incienso. Reaparece el presidente cooperativo de antaño,
asombrado de estar conectado con el profeta, el equipo asesor y los actores de
cara blanca... El profesor de política se encuentra con soldados de ambos
frentes. Las cerraduras de los confinamientos solitarios se cambian para sólo
mantener a los condenados a muerte encarcelados.
Incluso un trozo de carne cruda sabe de la casa del
nido de los pájaros, el reino de los ratones y la cama angosta. El trozo de
carne mira feliz hacia el agujero mohoso al pie de la pared. La avispa adentro
aparece repentinamente en la pantalla y abre una puerta de un almacén de
memoria, ya que puede leer documentos raros y preciosos, muchos aún sin
decodificar. La avispa es ahora una fuente, un punto mortal de debilidad y
posee la llave maestra.
Las almas manchadas luchan por salir de las
chimeneas de torres de encarnación universal, mataderos y plantas de
procesamiento de desechos. Traen consigo sus ideas y deseos no realizados. Una
lluvia temprana cae justo a tiempo. Las almas susurran para mezclarse con cada
gota de agua limpia que vierte sobre la madre tierra. La lluvia deja caer la
esperanza en los sueños de la gente, limpia las plantas y sirve como lavabo
para toda la zona.
Polígonos, commelinales y helechos junto a las
cercas, con los rasboras y las larvas de mosquito en aguas estancadas, brillan
de repente. Anhelan la libertad y la preservación de su honor. Se conectan con
los árboles viejos y los animales salvajes para lograr una visión de largo
alcance, un espíritu feroz y la valentía.
Aprenden la forma orgullosa y dolorosa del águila de
renovar su propio cuerpo. Cuando ya no puede volar alto y lejos, el águila
golpea su pico en un acantilado hasta que se rompe para regenerar sus garras.
Se atreve a mirar directamente al sol sin pestañear y no teme la ceguera
quemante.
El águila vuela hasta la cima de la montaña
esperando la tormenta. Feroces vientos tormentosos la levantan sobre la lluvia.
Sus afiladas garras se aferran al hombro de la tormenta creando un símbolo
orgulloso y sagrado.
Índice
I La
flor velada
Esto dijo una cabra
Con los pies clavados en la tierra
En la ceremonia del Año Nuevo Lunar
Con el sonido de los fuegos artificiales
En la mañana del primero de enero
Con la energía de la primavera
Noche de Año Nuevo
Elijo un pedestal
Retoños
Las nuevas hierbas primaverales
En medio de la primavera
Aún hay fiesta del Tet
En un instante primaveral
Llegó la lluvia de la primavera
La llovizna
Siembra de frijol
Despierto
Más adelante
La cosecha
La niebla
Exclamación
Mañana de primavera
Las rosas del brezo
Las flores de la vid de trompeta azul
Flores blancas del ciruelo
Flores y más flores
Llegó el viento
Los árboles se compadecen
Donde caen las flores
Las flores que caen al pozo
Una persona mayor
Últimos días de la primavera
A finales de marzo
La noche del cambio de estación
Esta mañana
Bien en la mañana
En el jardín
Por suerte
Un vaso de jugo de manzana
Comer una manzana
Un sorbo de té
Taza de café
Despejar el camino
La Tierra se transforma
En la peluquería
Mientras pasan los coches
Descanso
Frente de la peluquería
Nubes de algodón
No es costumbre
Es este el momento
Un nuevo día
Peces
Anoche llovió
El condominio
La cosecha de litchi
Cesa la lluvia
Era industrial
Confundiéndome con un grano de arena
Un pichón
Escucho peleas de vecinos
Al leer un libro
Se escribe en los diarios
Bancos de piedra
Encuentro con viejos amigos
Caminar
Aún soy como un niño
Peces enjaulados
Callejuela
Los árboles y sus sombras
Las flores de linterna
Como el sonido de cristales rotos
El sol nuevo
Pisar el parche de sol
Se levanta el sol
Las flores de litchi
Cielo alto
Día soleado
El monzón
Luna dorada
Escucho alas que baten
Una mariposa tonta
Los pájaros
Liberación
El pájaro de diseido
Un pájaro extraño
Sólo un canto oval
El sonido de los peces que colean
Frutas maduras del jardín
Me espera afuera el jardín
Después del baño
Al comer una guayaba
Rodaja de sandía
Comer melocotones
Pelar papas
Beber té
El crepúsculo
Los murciélagos
Dormitando
Te extraño
Una ardilla entre las hojas
Una babosa
Tomo el cadáver de una cigarra
Miro cómo vuelan las moscas
Hace más frío
Ramas entrelazándose
Una araña teje
Un mosquito
Reparación del cable telefónico
El crepúsculo
Maní nocturno
La noche empieza
Espero la luna
Para asustar a los pájaros
La luna
Me despierto a medianoche
Escucho que algo cae en la noche
De noche escucho
Un grano de frijol
Unidad en la sala
Inflamación de la rodilla
La palma frente a casa
El agua de la aldea junta objetos
El alma por aquí
Aniversario de la muerte del padre
Padre incienso
Visitar las tumbas de los antepasados
Miradas
Separación
Tocar los gongs
Volver a empezar
Flores
Está haciendo frío
Hora de rezar
Pico de montaña
Crepúsculo
Entre invierno
Amanecer
Despertar
Noche de lunar
Lago
Fases de la luna
Nuevo día
Frutas maduras
Dos temporadas
Tormenta en la noche
Anidar
Puesta de sol
Buscando flores
Yo
Impotencia
Campos
La mañana pura
Tranquilo
Vida anterior
Encuentro
Enero
Recuerdos
Instante
Figura del venado estelar
El cuento de la luciérnaga
Suspiro
Sat na
Involuntariamente
Aniversario
Acción de gracias
La pagoda de Đồng
Quemar ofrendas
Día de los difuntos
De mañana temprano en la tierra de mi madre
Misericordioso
La naturaleza de Buda
Entre espinas
Caballo
Noche y día
Pensar en la lluvia
Así es
Ir de pesca
Voces de pájaros en lo alto
Esencias
Muchos lo han visto
Crepúsculo
Será un juego
Aguas bajas
El arroz madura en todo el campo
Yin yang
Encuentra tu camino
Verdad
Anzuelos invisibles
Libertad
Frágil
Flores en la puerta del templo
Mañana fría
Navegación en el río de Nhật Lệ
Pasar a través de la puerta en el cielo de Đèo Ngang
Visita a Bầu Tró
II Ojos sesgados
1
2
3
4
5
6
9
10
11
12
14
15
16
22
23
27
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
43
44
46
47
48
49
50
51
53
54
55
56
58
60
61
64
65
67
69
70
71
72
73
74
75
76
77
79
80
81
83
85
86
88
89
90
91
93
96
97
98
99
III A techo descubierto
Inocencia
La medicina amarga
Escritos para flauta
Das el pecho a nuestra hija
Desde un vuelo
Variaciones en la noche lluviosa
El ritmo del otoño
Ruidos en la puerta
El verano está muy cerca
La aldea
Los cantos de cosecha
Sonámbulo
Te escuché por el teléfono
Hermano, hermana...
Mantengo la calma acompañando al invitado a la
puerta
Increíble
Girar en el techo
Las variaciones del cuervo
Así es
La lección
Sólo un sueño
Sueño sin fin
Notas en la Gran Muralla
Noche de primavera
Enseñanzas para los niños
Y tú vete por ahí
Él
Síndrome del rumor...
Mirar de cerca
Saber es sobrevivir
Si
La boca inmortal
La historia más larga aún
Vivir inocente
Sinopsis para la mañana siguiente
IV La edad de la basura
Rojo profundo
El sueño
La continuidad