Esto dijo una cabra (libro de poesía) - Mai Văn Phấn. Traducción del vietnamita Phạm Long Quận. Edición y prólogo Víctor Rodríguez Núñez / Lời con dê (tập thơ tiếng Tây Ban Nha). Phạm Long Quận dịch. Víctor Rodríguez Núñez biên tập

Mai Văn Phấn

 

 

Esto dijo una cabra

 

 

 

Traducción del vietnamita Phạm Long Quận

Edición y prólogo Víctor Rodríguez Núñez

 

 

 

Phạm Long Quận (1963 - 2019)

 

 

 

 Víctor Rodríguez Núñez


 

 

 

Mai Văn Phấn

Poeta vietnamita nacido en 1955 en Ninh Bình, delta del Río Rojo en el norte de Vietnam, y residente en Hải Phòng. Entre 1974 y 1981 integró el legendario ejército de su país, que expulsó al invasor estadounidense y reunificó el país. Luego hizo estudios de ruso en el Colegio de Lenguas Extranjeras de Hanói y, en 1983, en la Universidad Pedagógica Gorki de Minsk, antigua Unión Soviética. Desde el inicial Giọt nắng (1992) hasta el reciente Thời tái chế (2018), ha publicado diecisiete libros de poesía, así como un libro de ensayo y crítica. Sus poemas han sido traducidos a más de treinta idiomas, con libros publicados en albanés, árabe, bengalí, coreano, francés, hindi, inglés, ruso, sueco, serbio, tailandés y turco. Como poeta ha sido reconocido con los premios Người Hà Nội (1994), Văn Nghệ (1995), Nguyễn Bỉnh Khiêm (1991, 1993, 1994 y 1995), Asociación de Escritores de Vietnam (2010) y Cikada (Suecia, 2017).

 

 

 

 

Phạm Long Quận

Traductor vietnamita nacido en 1963. Más de treinta años de estudios y convivencia directa con la lengua castellana. Autodidacta y de larga trayectoria en la pintura, la literatura y la poesía. Traductor en eventos con elevada exigencia lingüística.

 

 

 

 

Víctor Rodríguez Núñez

Poeta cubano nacido en La Habana, en 1955. Ha publicado dieciséis libros de poesía, casi todos premiados y reeditados, siendo los más recientes despegue (Premio Internacional Fundación Loewe, Visor, 2016), el cuaderno de la rata almizclera (Buenos Aires Poetry, 2017) y enseguida [o la gota de sangre en el nivel] (RIL-Ærea, 2018). Han aparecido antologías de su obra en diez países de lengua española, y en traducción al alemán, árabe, chino, francés, hebreo, inglés, macedonio, serbio, sueco y vietnamita. Es además periodista, crítico, traductor y profesor de literatura hispanoamericana en Kenyon College, Estados Unidos.

  

 

 

 

La flor velada


Esto dijo una cabra

 

 

Abran la puerta

Suelten los cuchillos

Y déjenme volver a la montaña

 

 

 

 

 

Con los pies clavados en la tierra

 

 

Como no miro a lo alto

Ahora sé

Que acaban de salir los retoños

 

 

 

 

 

En la ceremonia del Año Nuevo Lunar

 

 

Se junta la gente con alabanzas

Y el mar sigue allí

Sin darse cuenta

 

 

 

 

 

Con el sonido de los fuegos artificiales

 

 

Varias frutas tiernas

Podrían

Caerse

 

 

 

 

 


En la mañana del primero de enero

 

 

Encontré el calcetín de un niño

Maduro

Como una fruta

 

 

 

 

 

Con la energía de la primavera

 

 

Tomo un descanso

Levanto un cubo lleno de agua

Sin saber por qué

 

 

 

 

 

Noche de Año Nuevo

 

 

Escucho las olas

Y enciendo una vela

Mirando el mar

 

 

 

 

 

Elijo un pedestal

 

 

Una maceta de azaleas pongo

En el centro

De la primavera

 

 

 

 


Retoños

 

 

Tendidos bajo la primavera

Llenos de energía

Jadeantes

 

 

 

 

 

Las nuevas hierbas primaverales

 

 

Por oler tantos nuevos aromas

Un becerro se aleja de su madre

Paso a paso

 

 

 

 

 

En medio de la primavera

 

 

Un viento fuerte

Estruja un pétalo de melocotón

En la faz de la tierra

 

 

 

 

 

Aún hay fiesta del Tet

 

 

Me como el último pedazo de turrón

Me levanto a dar cuerda al reloj

Los gladiolos se abren exuberantes

 

 

 


En un instante primaveral

 

 

Pasa el becerro

Un tramo de hierba nueva desaparece

Un niño derrama miel de abeja

 

 

 

 

 

Llegó la lluvia de la primavera

 

 

Hay humedad

Y frío

Acabo de tomar un baño

 

 

 

 

 

La llovizna

 

 

Se raja

Leña seca

Se calienta las manos

 

 

 

 

 

Siembra de frijol

 

 

En filas rectas

Cuando se termina

Las estrellas colman el cielo

 

 

 

 


Despierto

 

 

De noche sueño con el bosque

Por la mañana

Elijo nuevos semilleros

 

 

 

 

 

Más adelante

 

 

Es aún más bello

Doy unos pasos

Para salir del fondo de la luz

 

 

 

 

 

La cosecha

 

 

Acabo de sembrar un surco de frijol

Un gorrión me advierte

Desde el cielo

 

 

 

 

 

La niebla

 

 

Teje y teje más de esto

Hasta que de la madera seca

Broten flores

 

 

 

 


Exclamación

 

 

Un campo ancho

Una gota de rocío

Aún más transparente

 

 

 

 

 

Mañana de primavera

 

 

Los retoños

Escuchan a los niños reunidos

Para quitarse los insectos

 

 

 

 

 

Las rosas del brezo

 

 

Se abren con antelación

Para que los árboles vecinos

Florezcan

 

 

 

 

 

Las flores de la vid de trompeta azul

 

 

Se curvan

Y yo de puntillas

A ver si queda una más

 

 

 

 


Flores blancas del ciruelo

 

 

Es de noche

Aspiro las flores

Para leer la última página

 

 

 

 

 

Flores y más flores

 

 

Muchísimas

Incluso se dice

Que no son verdaderas

 

 

 

 

 

Llegó el viento

 

 

Y empujó la margarita

En dirección

A las hierbas salvajes

 

 

 

 

 

Los árboles se compadecen

 

 

Las flores del melocotón

Caen

Hacia el árbol vecino

 

 

 

 


Donde caen las flores

 

 

Me pego al suelo

Y miro a lo alto

Donde estaba la flor

 

 

 

 

 

Las flores que caen al pozo

 

 

Saco cubos de agua

Casi desde el fondo

Hasta rozar una flor

 

 

 

 

 

Una persona mayor

 

 

Sin dientes

Rie bajo el árbol florecido

Hay flores en el suelo

 

 

 

 

 

Últimos días de la primavera

 

 

Siento la humedad

Sacudo la almohada

La primavera ha pasado

 

 

 

 


A finales de marzo

 

 

Flores rojas de bombax

No sé cuántos pasos

Se necesitan para llegar a ellas

 

 

 

 

 

La noche del cambio de estación

 

 

Al amanecer

Mientras duermo profundo ignoro

Que estoy acostado ya junto al verano

 

 

 

 

 

Esta mañana

 

 

Olvido el calendario

Me pongo a hervir agua

Otra tarde en ebullición

 

 

 

 

 

Bien en la mañana

 

 

Abro la puerta

Me asalta la duda

Entre ambos mundos

 

 

 

 


En el jardín

 

 

Quito la maleza

El amanecer arriba

Más temprano

 

 

 

 

 

Por suerte

 

 

Aún tengo el café en la boca

Y veo una pareja de gorriones

Cubriéndose en el letchi

 

 

 

 

Un vaso de jugo de manzana

 

 

Al terminar de beberlo

Miro la cumbre de la colina

El manzano comienza a florecer

 

 

 

 

 

Comer una manzana

 

 

Muerdo abajo

Después arriba

Me siento más joven

 

 

 

 


Un sorbo de té

 

 

Aún sin tragarlo

Absorto en mirar la rama del guayabo

Parido

 

 

 

 

 

Taza de café

 

 

Bebo la mitad del café

Espero el viento

Que vibra en todas las ramas

 

 

 

 

 

Despejar el camino

 

 

Barro

Limpio la tierra

De las hojas caídas

 

 

 

 

 

La Tierra se transforma

 

 

Barro una vez más

El camino del frente

Los niños pasan a la carrera

 

 

 

 


En la peluquería

 

 

Escucho el viento

Apretar en oleadas

De la raíz a la copa un árbol

 

 

 

 

 

Mientras pasan los coches

 

 

Cubierto de polvo

El príncipe blanco de la noche

Se vuelve escultura de barro

 

 

 

 

 

Descanso

 

 

Las palomas

Se posan

Sobre el techo del estadio

 

 

 

 

 

Frente de la peluquería

 

 

Las raíces del banyan caído

Vuelan con gracia

En todas direcciones

 

 

 

 


Nubes de algodón

 

 

Se detienen

Sobre la tierra

Donde una madre amamanta

 

 

 

 

 

No es costumbre

 

 

Un sol nuevo

Inunda el jardín

Me levanto a cerrar las puertas

 

 

 

 

 

Es este el momento

 

 

Mucha gente espera

La llegada de la noche

¿Cómo ser indiferente?

 

 

 

 

 

Un nuevo día

 

 

Arranco una hoja del calendario

Anoto entera

La otra cara de la hoja

 


Peces

 

 

Suben a la superficie

Sabiendo que el frío

Llegó desde ayer por la tarde

 

 

 

 

 

Anoche llovió

 

 

No quería que los árboles escurrieran

El sol de esta mañana

También está húmedo

 

 

 

 

 

El condominio

 

 

Un pájaro bate sus alas

Cuatro o cinco casas vecinas

Abren las puertas para mirar

 

 

 

 

 

La cosecha de litchi

 

 

Los árboles cargados de frutas

Voy contando

Los pasos

 

 

 

 


Cesa la lluvia

 

 

En torno al templo de Ponagar

Las flores de arachis

No abren aún los ojos

 

 

 

 

 

Era industrial

 

 

Posada en lo alto de la grúa

En diez minutos

La libélula logra levantar tres contenedores

 

 

 

 

 

Confundiéndome con un grano de arena

 

 

El viento

Me roza

Infinitas veces

 

 

 

 

 

Un pichón

 

 

Añora a su madre

Las hojas alrededor del nido

Le ayudan a llamarla

 

 

 

 


Escucho peleas de vecinos

 

 

Ver a los pichones

Aprender a volar

Aguijonea el alma

 

 

 

 

 

Al leer un libro

 

 

De repente el pánico

Abre ante mis ojos

Un camino en la oscuridad

 

 

 

 

 

Se escribe en los diarios

 

Todo el mundo está decepcionado

Yo también

Hablemos entonces

 

 

 

 

 

Bancos de piedra

 

 

Los mayores se ocupan de discutir

La calle se barre con calma

Y los invita a sentarse de nuevo

 

 

 

 


Encuentro con viejos amigos

 

 

Charlamos

Guardamos silencio

El arroyo sigue su curso

 

 

 

 

 

Caminar

 

 

Cruje el pequeño bambusal

Pasa un anciano

Moviendo con fuerza los brazos

 

 

 

 

 

Aún soy como un niño

 

 

Me quedé en el portal

Espero que la luna

Me dé una mejor parte

 

 

 

 

 

Peces enjaulados

 

 

En sigilo

No se atrevieron a mirar

A quienes pasaban

 

 

 

 


Callejuela

 

 

Un viento vicioso

Sopla por aquí

Por allá

 

 

 

 

 

Los árboles y sus sombras

 

 

Siguen

Clavándose

En la tierra

 

 

 

 

 

Las flores de linterna

 

 

Dirigen

La luz

Hacia mí

 

 

 

 

 

Como el sonido de cristales rotos

 

 

Se caen las llaves

Los pensamientos no cambian

Sin embargo

 

 

 

 


El sol nuevo

 

 

Una pequeña paloma vuela

Y guía

A las grandes nubes

 

 

 

 

 

Pisar el parche de sol

 

 

Lo aguantamos

Hasta

Que se queda quieto

 

 

 

 

 

Se levanta el sol

 

 

Una libélula se va volando

Una flor de enredadera

Se mece saludando sin apuro

 

 

 

 

 

Las flores de litchi

 

 

Se traban las patas de la abeja

Cae polen

Al suelo

 

 

 

 


Cielo alto

 

 

Un pez

Bate su cola

Por encima del agua

 

 

 

 

 

Día soleado

 

 

Los vecinos se ausentan

Las ventanas superiores

Se entreabren

 

 

 

 

 

El monzón

 

 

Una foto borrosa por la humedad

Se ven los parientes

En el otro mundo

 

 

 

 

 

Luna dorada

 

 

Irradia por doquier

Dejándolo todo

Me voy a casa

 

 

 

 


Escucho alas que baten

 

 

Bebo todo el vaso de agua

No sé aún los nombres de las aves

Que acaban de volar

 

 

 

 

 

Una mariposa tonta

 

 

Se pierde en la habitación

Apago la luz

Afuera aún está claro

 

 

 

 

 

Los pájaros

 

 

En los cables

De lejos

Parecen nudos

 

 

 

 

 

Liberación

 

 

Una abeja entra por la puerta

Se cambia rápido los calcetines

De nuevo en camino

 

 

 

 


El pájaro de diseido

 

 

Su voz es corta

Se mueve incesante

Su nido está tal vez por aquí

 

 

 

 

 

Un pájaro extraño

 

 

Se posa en el patio

Me contempla

Como un amigo de otra vida

 

 

 

 

 

Sólo un canto oval

 

 

Podría plantar

Las semillas

En la grava

 

 

 

 

 

El sonido de los peces que colean

 

 

Esta mañana

Desgraciadamente

Nada entiendo

 

 

 

 


Frutas maduras del jardín

 

 

Nadie las recoge

Sólo el ruiseñor

Que canta y las pica a la vez

 

 

 

 

 

Me espera afuera el jardín

 

 

Las orquídeas

Despiden sus aromas

Hacia el tamarindo

 

 

 

 

 

Después del baño

 

 

Con el pelo todavía mojado

Me acerco a los lirios

Escucho las canciones de abril

 

 

 

 

 

Al comer una guayaba

 

 

Mirando el sol

Junto al arco iris

Todo se opaca

 

 

 

 


Rodaja de sandía

 

 

Llena de jugos rojos

Uno se pregunta

Si morder adentro o afuera

 

 

 

 

 

Comer melocotones

 

 

Bocado a bocado

El sol irradia en el techo

Su luz encarnada

 

 

 

 

 

Pelar papas

 

 

Una vez terminan

La papa y el cuchillo

Son ambos bellos

 

 

 

 

 

Beber té

 

 

Hasta

Que el té sea

Uno mismo

 

 

 

 


El crepúsculo

 

 

El gato pierde su presa

El hacha

Se clava en el madero

 

 

 

 

 

Los murciélagos

 

 

Espantados al atardecer

Cada pareja

Vuela a través de los sueños

 

 

 

 

 

Dormitando

 

 

El sol

Entra hasta donde estoy

Y me recomienda que me vaya

 

 

 

 

 

Te extraño

 

 

La luz lunar

Derramada sobre mí

También pesa

 

 

 

 


Una ardilla entre las hojas

 

 

Miro a una mujer bella

Comiendo naranjas

Y pintándose los labios

 

 

 

 

 

Una babosa

 

 

Se esfuerza en extender

Su lengua dando más frecura

A la faz de la tierra

 

 

 

 

 

Tomo el cadáver de una cigarra

 

 

Es tan liviana

Como si nunca

Hubiera existido

 

 

 

 

 

Miro cómo vuelan las moscas

 

 

Caóticas

Pero sin chocarse

Tal vez anda por allí su líder

 

 

 

 


Hace más frío

 

 

Las hojas se acurrucan

Una joven

Se pone de prisa otra pañoleta

 

 

 

 

 

Ramas entrelazándose

 

 

Se levanta una catedral

Las hojas caídas

Se van al infierno

 

 

 

 

 

Una araña teje

 

 

De un caqui verde

Hasta otro

Ya maduro

 

 

 

 

 

Un mosquito

 

 

Toda la noche acecha a un indigente

Es él mismo

U otro

 

 

 

 


Reparación del cable telefónico

 

 

Entre mi casa

Y el tumulto de cables de la esquina

Me pierdo

 

 

 

 

 

El crepúsculo

 

 

Voy al jardín

Recojo

Tomates maduros

 

 

 

 

 

Maní nocturno

 

 

Saltan en la sartén

Y explotan con suavidad

Las estrellas salen despacio

 

 

 

 

 

La noche empieza

 

 

Al atardecer

Una rata

Cruza la calle

 

 

 

 


Espero la luna

 

 

Cuando surge del agua

Me quedo tranquilo

Y duermo por un rato

 

 

 

 

 

Para asustar a los pájaros

 

 

Se juntan

Y luego se dispersan

Los espantapájaros

 

 

 

 

 

La luna

 

 

La luz es para

Las hojas de los árboles

Y también el gusano

 

 

 

 

 

Me despierto a medianoche

 

 

Escarbando con el cuchillo

Pensaba que era una vela

Con la llama muy filosa

 

 

 

 


Escucho que algo cae en la noche

 

 

Despierto

La sombra de la montaña se vuelca

Al pie de la ventana

 

 

 

 

 

De noche escucho

 

 

Los bambúes al trenzarse

Semejan el sonido de la leña

Que rompe en llamas

 

 

 

 

 

Un grano de frijol

 

 

Germina

Y no ve

El gusano a su lado

 

 

 

 

 

Unidad en la sala

 

 

Lo nuevo

Aún tiene que ser degradado

En otras reuniones

 

 

 

 


Inflamación de la rodilla

 

 

Se arrastra a la ventana

Mariposa blanca en vuelo

Por la anestesia

 

 

 

 

 

La palma frente a casa

 

 

Aviador

Luna enterrada

En el jardín

 

 

 

 

 

El agua de la aldea junta objetos

 

 

Aquí

Cerca de la tumba anunciada

El río fluye todo el año

 

 

 

 

 

El alma por aquí

 

 

Luché

Contra nudos de hierba

Lápidas de Lau

 

 

 

 


Aniversario de la muerte del padre

 

 

Las orillas del río

Se unen

En silencio

 

 

 

 

 

Padre incienso

 

 

Cinco tazas de té y cuatro escudillas

Mi padre encuentra a menudo

La escudilla faltante

 

 

 

 

 

Visitar las tumbas de los antepasados

 

 

Incienso que ardió

Recostado

Contra la tumba

 

 

 

 

 

Miradas

 

 

Los charquitos al pie de la montaña

Reflejan

Hasta las copas de los árboles

 

 

 

 


Separación

 

 

La puesta de sol cerca el patio

Las aves

Deponen sus alas afuera

 

 

 

 

 

Tocar los gongs

 

 

La baqueta

Envuelta en trapos viejos

Eco de sudor humano

 

 

 

 

 

Volver a empezar

 

 

Los campos fueron cosechados

La cigüeña encontró donde posarse

Amanecer interrumpido

 

 

 

 

 

Flores

 

 

Mañana abrirán

La luna esta noche

Despide su aroma

 

 

 

 


Está haciendo frío

 

 

Echarse más cobijas

Se quedan unas hojas

Temblando en la ventana

 

 

 

 

 

Hora de rezar

 

 

Canto de pájaros

Incienso

No se olvide orar por los retoños

 

 

 

 

 

Pico de montaña

 

 

Viento

¿De dónde vienes?

Te ofrezco perfume de loto

 

 

 

 

 

Crepúsculo

 

 

Las jóvenes vadean el arroyo

El sol serpentea varias veces

Tratando de ocultarse

 

 

 

 


Entre invierno

 

 

Las máscaras cuelgan en la pared

Sopla el viento frío

Por los huecos de los ojos

 

 

 

 

 

Amanecer

 

 

Se despiertan

Las arañas de agua

Entre los lotos

 

 

 

 

 

Despertar

 

 

Claro de luna sobre el árbol

Ya roto

Recoger lo que quede

 

 

 

 

Noche de lunar

 

 

Puse las manos en la almohada

Y aguanté la respiración para oír los murciélagos

Cruzar la jaula de luz

 

 

 

 


Lago

 

 

Los pájaros se tiran al agua

Los peces brincan

Para atrapar a los mosquitos

 

 

 

 

 

Fases de la luna

 

 

Una casa estrecha

Absorto en el cuento

Un caballo celeste cuelga de un árbol

 

 

 

 

 

Nuevo día

 

 

Aurora

Picos de polluelos

Tragados por las nubes

 

 

 

 

 

Frutas maduras

 

 

¿Quién quema

En el tronco

Otras llamas?

 

 

 

 


Dos temporadas

 

 

Me quedé en medio

Los cantos de cigarras

Las margaritas

 

 

 

 

 

Tormenta en la noche

 

 

El viento sopla y arranca los techos

La luna

Por encima de la tormenta

 

 

 

 

 

Anidar

 

 

Los pardos gorriones en el tejado

Y debajo en puntillas

Los insignificantes dueños

 

 

 

 

 

Puesta de sol

 

 

Soleado aún

Colgado en la espera

Apaga margaritas blancas

 

 

 

 


Buscando flores

 

 

Siguiendo unos aromas

Al pie de la montaña

Di con unas rocas como cuchillos

 

 

 

 

 

Yo

 

 

Solo en una silla

Pintando el cielo

No hay lugar para las nubes

 

 

 

 

 

Impotencia

 

 

El aguacero

No llega

A la flor

 

 

 

 

 

Campos

 

 

Nadie se atreve a arrancar

Ahora

La flor ensangrentada

 

 

 

 


La mañana pura

 

 

Una taza de té

Bebida a la mitad

Sol en el follaje húmedo aún

 

 

 

 

 

Tranquilo

 

 

Tomo un sorbo de agua

Con temor

Las abejas dejan su estigma

 

 

 

 

 

Vida anterior

 

 

Yo iba entre la hierba del sedero

Tú llevabas las zapatillas rojas

¿Me pisaste verdad?

 

 

 

 

 

Encuentro

 

 

Vuelas y vuelo

Un trozo de blandas nubes

Nos sostiene

 

 

 

 


Enero

 

Vestido rojo

Das vueltas al flamboyán

Sin retoñar aún

 

 

 

 

 

Recuerdos

 

 

Un vaso lleno de agua

Lo bebo

Me lleno de luz

 

 

 

 

 

Instante

 

 

Miro el azul celeste

Vacío recortado

Tu figura

 

 

 

 

 

Figura del venado estelar

 

 

Resopla junto al árbol

Con los botones florales

Le crecen nuevos cuernos

 

 

 

 


El cuento de la luciérnaga

 

 

Cuando estamos juntos

Un árbol brilla intensamente

La Vía Láctea

 

 

 

 

 

Suspiro

 

Luna en el río

Taza de agua tibia

Tu mano es un abanico abierto

 

 

 

 

 

Sat na*

 

 

Aún no rezo

Una palomita

Pasa veloz a otra rama

_________

La unidad de tiempo más corto según Buda.

 

 

 

 

 

Involuntariamente

 

 

Quien seca paja de arroz

Sobre una tumba humilde

Sufre toda la vida

 

 

 

 


Aniversario

 

 

Rítmico

Un pez nada

Alrededor de las ofrendas

 

 

 

 

 

Acción de gracias

 

 

Hay luna llena

Los árboles se doblan

En dirección a Buda

 

 

 

 

 

La pagoda de Đồng

 

 

El viento empuja

A cada budista

Cuesta arriba

 

 

 

 

 

Quemar ofrendas

 

 

Tal vez mi padre ya no los use

Aún así le mando

Este sombrero y este bastón

 

 

 

 


Día de los difuntos

 

 

Mi abuela quería verme

Pero los muertos

Se lo impidieron

 

 

 

 

 

De mañana temprano en la tierra de mi madre

 

 

En silencio lavo mi rostro

En la orilla

Las cigüeñas vuelan como el viento

 

 

 

 

 

Misericordioso

 

 

El sol duerme detrás de la pagoda

El agua fluye entre hojas y pájaros

Todo es la palabra de Buda

 

 

 

 

 

La naturaleza de Buda

 

 

Una garza

Nido del lenguaje que el gong revela

La imaginación

 

 

 

 


Entre espinas

 

 

Las espinas no se clavan en las espinas

Se encogen

Al paso de los aromas

 

 

 

 

 

Caballo

 

 

Mi larga melena

Leo en cuclillas y pastoreo

Voy paso a paso

 

 

 

 

 

Noche y día

 

 

Donde juege al ajedrez

Gane o pierda

Las luciérnagas se reúnen

 

 

 

 

 

Pensar en la lluvia

 

 

Es increíble que las nubes

Conmovedoras ayer

Hoy me mojen

 

 

 

 


Así es

 

 

El viento

Con mucha calma sopla

Entre el animal y la trampa

 

 

 

 

 

Ir de pesca

 

 

Tiro el anzuelo

Sin carnada

A la sombra de la luna

 

 

 

 

 

Voces de pájaros en lo alto

 

 

Suenan como tupidos

Tomo una pequeña vela

Proyecto la noche

 

 

 

 

 

Esencias

 

 

El pétalo de loto

Cae justamente

En el fango

 

 

 

 


Muchos lo han visto

 

 

Un bulldozer

En medio del cielo

Aplasta un arbolito

 

 

 

 

 

Crepúsculo

 

 

Pisar las llamas

Extinguidas

No sé si es alegre o triste

 

 

 

 

 

Será un juego

 

 

La mancha de peces diminutos

En torno al enorme anzuelo

No se está quieta

 

 

 

 

 

Aguas bajas

 

 

Las orillas del río se quedan secas

La barriga abierta de un pez

Glorifica el rocío y la sal

 

 

 

 


El arroz madura en todo el campo

 

 

Cantos graves y entrecortados de cigüeña

¿Será que los espantapájaros

Son sordos?

 

 

 

 

 

Yin yang

 

 

Techo con goteras

El cuadro en la pared

Transpira

 

 

 

 

 

Encuentra tu camino

 

 

Otra vez esas resonancias

Me doy cuenta

Un gusano se arrastra por el suelo

 

 

 

 

 

Verdad

 

Una paja

Corre más rápido

Que el agua

 

 

 

 


Anzuelos invisibles

 

 

Arranco una hoja

La pongo en mis labios

¿Quién me pesca?

 

 

 

 

 

Libertad

 

 

Un ratón viejo

Camina en torno a la trampa

Que ya se disparó

 

 

 

 

 

Frágil

 

 

El rocío aguanta la respiración

Colgado

Sobre un charco sucio

 

 

 

 

 

Flores en la puerta del templo

 

 

A menudo tienen más fragancia que las otras

Los santos

Al pie del incienso

 

 

 

 

 


Mañana fría

 

 

Una mancha de peces pequeños

Apretándose en la orilla

Carnada para otros peces decorativos

 

 

 

 

 

Navegación en el río de Nhật Lệ

 

 

Los parleros me incitan

A nadar a contracorriente

En el río de sol

 

 

 

 

 

Pasar a través de la puerta en el cielo de Đèo Ngang

 

 

En el cielo

La hierba es más suave

Tus dedos más finos

 

 

 

 

 

 

Visita a Bầu Tró

 

 

Más de mil veces la reencarnación

Recojo el hacha de piedra

No logro cortar nada

 

 

 

 

II

 

Ojos sesgados

 

 

 

 

1

 

 

En la esquina del jardín

El agua sobre la piedra

El crepúsculo se desliza veloz

 

 

 

 

 

2

 

 

Aguacero de medianoche

En el cuarto cerrado me echo otra cobija

Corre por mi espalda el agua estancada

 

 

 

 

 

3

 

 

Las flores de Osaka tomaron la ribera

El viento no se atreve a acercarse

El árbol arroja las hojas al abismo

 

 

 

 

 

4

 

 

En las espinas

Nace el sol

Una gota de rocío

 

 

 

 


5

 

 

Tejo una jaula

Con el cielo

Para las aves

 

 

 

 

 

6

 

 

Muchos árboles

Duermen y en sueños

Florecen

 

 

 

 

 

9

 

 

La mariposa se posa

Una gota de lluvia

Aprende a volar

 

 

 

 

 

10

 

 

Las cabras

Comen el pasto hasta la raíz

Llega la primavera

 

 

 

 


11

 

 

El aguacero cae

Las flores del flamboyán

Quieren apagar el fuego

 

 

 

 

 

12

 

 

Si te vas

Ahora

El otoño termina

 

 

 

 

 

14

 

 

El día es húmedo

Tomo el cuchillo

De repente sin filo

 

 

 

 

 

15

 

 

Unos cuantos retoños

Hacen la brisa de primavera

Anoche descansaron las hierbas

 

 

 

 


16

 

 

Olas y más olas

Se lava las patas

Un cangrejito de viento

 

 

 

 

 

22

 

 

Los árboles se bambolean

Se dice que es el ruiseñor

Quien los emborracha

 

 

 

 

 

23

 

 

Una taza de mermelada de loto fría

El lago

Corazón puro

 

 

 

 

 

27

 

 

Un trueno

Dejo la flor del lirio

Suavemente

 

 

 

 


31

 

 

Trueno

Un pez en la boca del rapaz

Esperanza

 

 

 

 

 

32

 

 

Las flores

Caen bajo el sol

Rito absoluto

 

 

 

 

 

33

 

 

La mariposa

Espera por la flor de loto

No se irá aunque la espanten

 

 

 

 

 

34

 

 

Las hormigas chocan entre sí

Ojos llorosos

Inundación

 

 

 

 


35

 

 

Cerezas

Grabado en el suelo caliente

Estufa de carbón en día invernal

 

 

 

 

 

36

 

 

Un gorrión

Vio mi rostro

Y voló rápido

 

 

 

 

 

37

 

 

Un timbre suena de nuevo

Las últimas flores de otoño

Acaban de brotar

 

 

 

 

 

38

 

 

Remo

El pájaro canta

En el cauce del río

 

 

 

 


39

 

 

Las lluvias vuelan en parejas y se cubren

El plátano retoña

Escarabajos

 

 

 

 

 

40

 

 

Viento suave

El pájaro en el techo

Escalofríos

 

 

 

 

 

43

 

 

La luna

Brilla más

Sobre la hierba marchita

 

 

 

 

 

44

 

 

Los trinos primaverales

Atraviesan las montañas

El árbol se estremece

 

 

 

 


46

 

 

En las profundidades del bosque

Una rana yace abandonada

Y me mira

 

 

 

 

 

47

 

 

Flores de malva en el cuadro

Depósito de agua clara

Aquí estoy

 

 

 

 

 

48

 

 

Las nubes de negro con capuz

Boca oscura de la cueva

Temor y frescura

 

 

 

 

 

49

 

 

Ojos sesgados

La cáscara de naranja zozobra

El río se seca

 

 

 

 


50

 

 

Mirando la vieja hoja de loto

Tomo los granos de arroz

Para las aves

 

 

 

 

 

51

 

 

Pongo una taza de agua

Junto a la cabra de madera

Sequía

 

 

 

 

 

53

 

 

Pinturas de aves

Cuelgan en rincones oscuros

Los picos parecen más largos

 

 

 

 

 

54

 

 

Te beso

Los mismos sonidos de las cuernas

Vuelan lentísimos

 

 

 

 


55

 

 

Tomados de la mano

Te devoré

No quedan ni rizos

 

 

 

 

 

56

 

 

Miro a lo lejos

Las lámparas

La soledad hexagonal

 

 

 

 

 

58

 

 

Cuento los silbos del tren

Marco cada página del cuaderno

Espero ver el día del mar picado

 

 

 

 

 

60

 

 

El martín pescador

Al acercarse al alma del pez

Cae en la trampa

 

 

 

 


61

 

 

Un gusano

Orada una fruta madura

La noche se aprovecha

 

 

 

 

 

64

 

 

Jugando con piezas de madera

Toda la tarde para no aburrirse

Un gato viejo

 

 

 

 

 

65

 

 

En la sala

Un moscón

De pronto levanta la voz

 

 

 

 

 

67

 

 

Instante de año nuevo

La tierra

Una vela brillante

 

 

 

 


69

 

 

Las nubes

Cubren la luna

Cierra los ojos

 

 

 

 

 

70

 

 

La espada

Ya fría

Y estoy aún en el agua

 

 

 

 

 

71

 

 

El abismo enseña a los árboles

A aferrarse del acantilado

Y florecer con precaución

 

 

 

 

 

72

 

 

Las nubes grises

El mar negro

Los peces suben a la superficie

 

 

 

 


73

 

 

Al hundir los pies en la tierra cálida

Rejuvenezco

Junto al árbol

 

 

 

 

 

74

 

 

Las hojas se mueven

Abro la puerta

Martillo en mano

 

 

 

 

 

75

 

 

La cucaracha

No se atreve a acercarse

A la espada oxidada

 

 

 

 

 

76

 

 

Gota de rocío a fines del otoño

¿Qué hago para sanarte?

Ser transparente

 

 

 

 


77

 

 

Boca arriba

Por las lluvias primaverales

A veces cojo una gota

 

 

 

 

 

79

 

 

La hierba en la tumba de mi padre

Como acabada de plantar

Fue siempre así

 

 

 

 

 

80

 

 

Una mujer reza

Un ciempiés

Se marcha

 

 

 

 

 

81

 

 

El sol

Atraviesa la niebla

Se enfría con el entierro

 

 

 

 


83

 

 

Noche de cementerio

La linterna indica el camino a la aldea

El punto cardinal opuesto de la tumba

 

 

 

 

 

85

 

 

La tórtola vuela

En torno a mis antepasados

Tiempo de quemar la paja

 

 

 

 

 

86

 

 

Es la misma llave

Hoy

No puede abrir

 

 

 

 

 

88

 

 

Oscuridad

El ratón y yo

Cruzamos la calle

 

 

 

 

 

89

 

 

El viento sopla

Sin pausa

Una cueva de grillos

 

 

 

 

 

90

 

 

La noche

Desciende pareja

Conmovida por la flor ya sin aroma

 

 

 

 

 

91

 

 

Pego el oído al agua

Espío

Las historias del pez

 

 

 

 

 

93

 

 

Las nubes esperan

Que el río

Las lleve al mar

 

 

 

 


96

 

 

Natalicio de Buda

En la esquina del patio de la pagoda

Los huevos de hormiga hacen fila

 

 

 

 

 

97

 

 

Mientras llueve

No hay partículas

En caída libre

 

 

 

 

 

98

 

 

Olvídense de las alas

Podemos

Volar

 

 

 

 

 

99

 

 

Buena cosecha

Las hormigas acopian provisiones

En las manos de Buda

 

 

 

 

III

A techo descubierto

 

 

 


Inocencia

 

 

Al dormir el alma se separa del cuerpo

Puedo volar entonces sobre las flores

Vagar como en los viejos tiempos cuando mi madre se ausentó

Y me olvido de este cuerpo callado y sufrido

 

Así puedo admirar el polvo

El viento todavía canta verde en lo alto

El sol dispensa copiosamente sus lluvias

La vida es un cuerpo que duele

 

La maldad duerme en las coronas de las flores

Pero al final la tierra es sana y pura           

Mi alma con las gotas de sol brilla como perla

Se vuelca en el campo infinito

 

Y al amanecer

En cada gota de madrugada

Se reencuentran mi alma y mi cuerpo

Puede que sea yo y no otro

Quien llore como un recién nacido

 

 

 

 


La medicina amarga

 

Para Ngọc Trâm

 

 

La fiebre te abrasa en la base del fuego

También podría ser yo la ceniza

La medicina amarga no puede esperar más

Tomo tu mano

Y la vierto

Dolorosamente dejo caer el recipiente con...

 

Mi hija. El rocío cae gota a gota

Exprimido de la noche fría y dura

Y los pétalos de flores delicadas

Participan los aromas gracias a las raíces

 

Las callosidades se forman de los sudores

Derramo la primavera en la taza amarga

Las lágrimas de mi edad en silencio en silencio

La verdad llora sin rumbo fijo

 

¿Qué bebes en el sueño?

Dejo la taza en la ventana

Cuando seas grande como yo ahora

En el fondo de la taza aún habrá ciclones

 

 

 

 


Escritos para flauta

 

 

Soplé en el oscuro corazón de la flauta del abismo, para hallar los siete caminos al cielo: do, re, mi, fa, sol, la, si.

Cada tonalidad vuela lejos, circula hacia la luz de siete colores brillantes, para que la otra sombra también tome forma de flauta, para que sople en mi agonía los labios de la flauta.

Se abandona el tono bajo y se asciende, y luego se cae en la noche con su escala de tonos. Se escuchan ecos de pasos pesados en la sombra, que dan cada vez un tono más alto.

El universo abatido flota en la noche. Las suaves olas calman las llagas abiertas allí, para ver con el alba la otra orilla.

Cada rincón de oscuridad en mí, subsiona el sonido como si fuera una mama, y mi boca revela una luz que con un flujo pausado penetra.

 

 

 

 


Das el pecho a nuestra hija

 

 

Esta tarde das el pecho a nuestra hija. Afuera cada pata de hormiga se marcha, cada ala de abeja se agita. El lugar en que habito es el cuadro azul de tus ojos sonrientes. Nuestra felicidad incomparable es estar juntos, como cuando nos acostamos en la fina arena al pie del dique. Besé tus pechos fragantes como la tarde y las cigüeñas a través de mis labios se posaron suavemente en tu alma. Nuestra habitación no tiene paredes que la limiten, el tiempo y el espacio se consagran cuando admiro tus pechos como las olas del mar, cómodamente instalados en la boca del bebé...

 

Escucho las voces de las lagartijas marcando el ritmo, o el caer de las gotas de agua en la tinaja de nuestra casa.

 

 

 

 


Desde un vuelo

 

 

En la niebla densa y húmeda

Y en la callada sombra de los árboles

Se dispara el vuelo de un pájaro

 

Como en toda espera

En el espacio inmenso y misterioso

El vuelo se convierte en señal de comandos

 

La escoba sin piedad hace temblar la calle

Los dientes afilados del peine escarban las raíces del pelo

Los labios solitarios buscan los pezones

Cuántos ojos abiertos ante las llamas violentas del rocío

 

Se nos ha dicho desde la antigüedad

Que a partir de un vuelo nace el fuego

Hay chispas de carbón que caen en las heridas ardientes

 

Después que el pájaro con suavidad se posa

En la columna vertebral y el cráneo

Veo a través del pecho que las nubes grises lentamente clarean

 

 

 

 


Variaciones en la noche lluviosa

 

 

Ya escampó

Y el trueno es sólo un eco

El germen de un brote en la oscuridad

Trata de ocultar la aridez del suelo desnudo

Al tantear con las raíces en el pecho

 

Al costado de las ansias

Y los recuerdos

El sombrero cónico una capa de paja o los rayos a través de la barra celeste

La noche se ha acostado en cada tumba

Una camisa negra ha quedado enganchada en el árbol

 

Ante la frescura

Y lo que al mismo tiempo resuena

Se desvían los sonidos hacia un dormir sin fondo

Donde se rompen los sueños al revés

La lluvia fresca ―su floración de hojaldre― algo dice

 

 

 

 


El ritmo del otoño

 

 

El otoño suelta miles de barquitos

Se respira rítmicamente el sonido del agua que ronda

Hay perchas como manos invisibles en mis hombros

Las dos orillas se sosiegan nerviosas

 

Las gotas de lluvia caen desde los sueños de verano

La hierba se alza vacilante y da la bienvenida a cada gota

Desde los restos de las hojas sus almas corren a la punta

El azul llega en las cuencas de los ojos sin neblina

 

De aquí a la costa era curiosamente cerca

Sin embargo vacilan todo el otoño

Que sosobró en los colores de la flor de pasión

Hacer que la otra barca vuelva en su búsqueda

 

 

 

 


Ruidos en la puerta

 

 

Retumban en los sueños como truenos

En la vieja cama

La extensa tierra se revuelve una vez más

Y el holor de los campos brumosos

Se mezcla con los sudores de las sábanas

El destino de las garzas se aventura

En los mosquiteros sueltos

Los arados ladeados justo a la rodilla

Las corrientes inundan los oídos

Los puños llenos de camarones y pescados

Los deslizamientos rompen las costas

Se calman y se recuerdan en el delirio

Es el sonido de un trueno antes de las azadas

Antes de los saqueos de árboles en el barranco

Los rayos se van sin eco

Por la entrada de un estrecho abismo

Sueña la puerta atascada

Con una carretera abierta

 

 

 

 


El verano está muy cerca

 

 

Los caminos soberbios

La estatua de sándalo grabada desaparece de repente

La llovizna toma un respiro

 

Cubriéndome la boca, tú dijiste:

― ¡No se canta en dióxido de carbono!

Anticlímax

Dejarse ir bajo las rejas del arado a la deriva en la niebla

 

Los cuernos de búfalo sobresalen de los agujeros negros

Se rompe la tierra para que las hierbas crezcan

Sopla la humedad en su lugar la descomposición

Las almas luchan por reencarnar

Las hierbas cola de perro como banderas en la senda

La casa ubicada en el sueño de otra casa

Las aves escuchan el clic del fusil entre los troncos cubriendo las nubes tostadas con la puesta de sol ardiente

La ostra abre la boca ahogada de humo de la efímera discusión sobre la inmortalidad entre el agua y el barco

El oso deja el panal de abeja abrazado desde la copa del árbol hasta la trampa

 

 

Los búfalos se esfuerzan en la tierra inundada

Las cuerdas del tiempo se suspenden

Explota el suelo duro

 

Las llamas suben hasta las nubes

Las almas son incineradas por última vez

 

Alguen extiende los brazos

Y habla sin llegar a dar voces

 

 

 

 


La aldea

 

 

En el agua se deslizan las sombras de la laguna superior

Se hunde el polen y se corrompe la flor acuática del bim

La senda se entreabre

 

Las raíces mantienen el suelo

Las carreteras esparcen los pechos perfumados

Se conectan los rostros con las cabezas

Se pasa de mano en mano una y otra vez

 

Otras sendas

La huella de hoces

La huella de cimitarras

Las lágrimas tiñen la hierba arrugada de polvo

La piadosa aguja perfora un trazado de vida

Asegúrase de roturas

 

Las llamas rompen el espacio del cubo de cal

Se estrujan las alas de la cigüeña plástica

Soplado y estirado la camisa de paja los tambores

Las banderas que vuelan para abrirse

 

La apertura de cada tumba

Se recogen gravemente las enseñanzas de los antepasados

Mi aldea

Las manos temblorosas componen los huesos

Antes del amanecer

 

 

 

 


Los cantos de cosecha

 

 

Se extiende veloz abrumadora la tierra roturada

Con cada inundación vertida salvaje salvaje

Me arrastra fuera de casa el pequeño jardín

 

El pájaro corta un inmenso espacio y traza una ruta infinita

 

Mis raíces llenan tus ojos y se ven exuberantes

Cada semilla pulveriza la calidez del suelo mojado

Hasta la respiración hace que el cielo no sea vacío

Y se abroga el derecho de crear las nubes

 

El ardor en los ojos quema la paja de arroz de la vieja estación

Cambia los horizontes de la mirada y el espacio mismo

La tierra recibe el residuo de lo quemado

Se confía en la nueva temporada que aplasta y suprime todo

Los besos el silencio despiden calor y horadan el suelo

La sobrecarga del circuito subterráneo antiguo lleno de cepa mística

La tierra fértil abraza la aurora naciente alzando el rostro

El aumento de la fertilidad de la hierba exuberante

 

En la temporada de renacimiento germinan espigas doradas

Los truenos explotan en las manos seminales

Las fibras de aluvión rodean la tierra por cada esquina

Te agachaste un instante y el río llegó a la carrera

 

 

 

 


Sonámbulo

 

 Para el escritor Bùi Ngọc Tấn

 

 

Brindamos

Muertos de risa rayamos las rocas

Los cristales se templan en las manos

 

Termina el canto de las aves

Caen las huellas podridas y cubren los peldaños de piedra

En la almohadilla del edredón los insectos respiran juntos

Se aspira una extraña lluvia

 

La boca profunda de la taza los pechos ahuecados

La grasa de cerdo cubre la tabla de cedro

Qué suerte sobrevivir esta borrachera

Los ojos de los parientes arreglan las cosas

 

Pastoreo en el níveo campo

Las letras fertilizan la tierra

Es una aberración...

 

Paredes socavadas en la noche

Ponte de pie nadie sabe

Lo que tumba a su paso el sonambulismo

 

Añadir otra taza

Otra más...

 

 

 

 


Te escuché por el teléfono

 

 

Tu voz en el teléfono suena transparente y ligera…

Una gota de agua se evapora

Una semilla de árbol germina

Una fruta madura acaba de caer

Un arroyo corre

La distancia hasta el otro extremo se reduce a los campos y los pueblos, la carga por palé. Son los camiones, la torre en construcción, las raíces profundas. Tu voz no los cruza, sino que los empequeñece, abre las puertas del otro lado. Te escuché abrir capas sagradas gracias a las raíces profundas en la tierra cálida, el río que desemboca en la carga por palé, los pueblos fértiles, las altas torres, los exuberantes campos de arroz en los camiones.

Dime más frases vagas sin contenido

Cuando dejes el audífono tal vez todas las cosas intentarán encontrar el camino de antes…

Sólo quedan las ondulaciones sin fin

Sólo queda la absorción de la clorofila

Sólo queda lo que vuela dulce

Sólo quedan las costas rocosas oscilando

 

 

 

 


Hermano, hermana...

 

 

De mañana en el escritorio. Abro la agenda. Tu mano desde el revés de la página toma mi pluma y la aprieta con fuerza. Un trazo dibujado con un temblor.

 

Flotando los dos como peces, me has dicho:

―Tu cuarto es demasiado estrecho.

― ...

―Compacto, pero cálido.

 

Se viran todos los objetos esféricos. Pantallas de lámparas, pisapapeles, animales, tazas, termos, TVs, relojes de pared, ventiladores... Y me enseñan cómo respirar, una aspiración profunda con todo el pecho, ¡apretando todos los objetos con los pies! Esto me da una percepción diferente.

 

El camino resulta las extremidades

Una vez que las hojas derivan en la hoja

La luz lunar se aquieta

El camino se adhiere

Se alza con los cascos del caballo

 

Me renovaste como la sombra de los árboles

Tus cabellos como viejas raíces

El tronco vertical que se levanta

Que quiere subir

En la diferencia de atmósferas

En los arranques

Quiere apremiar el calor corporal

Empujar desde el suelo

Desde lo profundo dormido y acumulando energías

En apoyo de las entidades

La decantación desde ti

Extraída de ti

Que existes

Y no existes

Desde la cima de las cataratas se deja caer locamente

La voz de la cascada o aullidos gemidos gritos...

Las espumas se levantan y huyen

Se reflejan en un arco iris

 

Ir al mar solos

La nostalgia atada a las raíces del cabello

Tu cuerpo frente al mar vuela

 

Se mezclan los rostros. Se desatan tonterías inimaginables. Ponte en el vacío, sopla en los dedos de los pies, destella como un cuerpo en el espacio. Comenzamos los movimientos de respiración. Tus pies se pegan a mis hombros. El sudor brilla en la garganta oscura. Usa la lengua blanda que sólo me cuelga...

 

Mi boca era el fruto aromático y el té que tomaste. El pastel con helado de canela. Lo recuerdo aún. La silla era muy grande. Cuando las flores de lomo labrado y mis labios se quemaron en la lámpara sagrada en el rincón oscuro. Las flores parecían ser sólo un pequeño desahogo de la sección subterránea. El suelo se sacudía cuando la flor se aquietaba.

 

La luz se rasga. Es de mañana. Perturba ver que parecemos peces con los ojos desorbitados. Echas sobre mí las deformidades de las imágenes de la flor. Es fácil estar trastornado si se vive en un mundo de astigmatismo. No, todavía queda la voz. Una sílaba sigue a la otra y aparece una verdad. La verdad transforma la convención ordinaria.

 

Vamos a los suburbios para encontrar un espacio para relajarnos. Miramos fijo un punto en el suelo verde. Quisiera ser como las nubes, volar y juntarse. De repente, tu respiración se eleva desde las raíces de la hierba. Las fuertes lluvias de anoche estuvieron aquí. Los ciclones, los relámpagos sin sonido... Te estaba esperando desde mucho antes.

 

Ámense los unos a los otros. Son los rituales del cielo y la tierra. Ahora es la primavera. Soy de metal y tú de fuego. Desde el fuego se hace la tierra, la madera, el agua. La Tierra se estremece. El río refluye. Un millar de cotiledones en el cuerpo se abren de golpe.

 

 

 

 


Mantengo la calma acompañando al invitado a la puerta

 

 

Acabo de preparar el té

Al volver

Él ya no está allí

Llamo por teléfono

La familia me dice que murió hace siete años

Estoy confundido

 

En mi casa

Todo está al revés

No recuerdo desde cuándo se quitó el retrato

¿Estaba donde intriga sinuoso el reloj?

 

¿Quién me dio este juego antiguo de té?

 

Visito a los vecinos

Trato de conseguir provisiones

Algunas aumentaron de precio

Otras no

 

En mi casa

Todavía el té está caliente

Empujo la taza hacia el lugar del invitado

 

Hay una silueta de un metro y sesenta de altura parado enfrente

Se hacen reverencias a cada rato

 

 

 

 


Increíble

 

 

La abeja que voló en la habitación

¿Es de plástico o de madera?

En su cuerpo hay heridas recientes

Es verdad que ha volado

El aleteo de alas templado y perfecto

 

No creo en la abeja

He probado con pequeños movimientos:

Me quedan todavía 532 páginas de un viejo libro

Cuento con los dedos limpio la pipa

Apruebo el informe intento firmar destruir los documentos

 

Pero parece

Que todos los animales en casa

Se forman todavía a partir de residuos:

¿El gato tricolor ha nacido de los trapos?

¿Los peces que nadan en el acuario vienen de las latas de cerveza?

¿El canto del ruiseñor en su jaula es la tetera rota?

¿El perro frotándose con mis manos está hecho de periódicos viejos?

¿Las hormigas que cargan pacientemente su comida son pilas de aserrín?

 

 

 

 


Girar en el techo

 

 

Despierto en la noche. En el mobiliario de la habitación brotan setas. La escultura se convierte en un puñado de tierra mojada. El ventilador por última vez se abre y se cierra como un tubo de bambú. En la oscuridad, el sonido de los artistas muertos es un eco:

 

― ¡Date una vuelta por el techo para despertar las cosas!

 

Hago girar la botella, la semilla, el bulbo... con el labio para soplar vidrio que, en las cartas de agitación, se hunde en la pulpa de lejía. Las gotas de tinta se acumulan tras la ondulación de la distancia como una mancha de aceite. Las mejores prendas caen. Esta es la hora del silencio para la seda y el algodón. Devorar la oscuridad, la comida rancia, no el concepto de la cultura alimentaria. El aroma del té regresa al bosque. El agua silba en la base inferior rota de la tetera.

 

Cosas así no pueden dejar de girar. La basura se vuelve cuadros adquiridos, ventilador de techo, línea telefónica. Bragas pegadas entre las máquinas, el aparador y el equipo de hacer ejercicio. La escoba, el fumigador de mosquitos, los CD entran en el refrigerador. El pez muere en el sendero cerca de la ventana. Los ratones ahogados nadan a lo largo de la bandeja de grasa. Los polvos para lavar fruta giran esparciéndose sobre el mango, el cuchillo, la tabla de cortar, el altar. En el plato de salsa gira el tofu. El tarro de salsa picante navega boca abajo. Y es mucho más lenta la aguja de los segundos que la de horas.

 

El mundo gira mientras despierto. Aún así hay tiempo suficiente para beber agua y lavarse la cara. De escoger un objeto. Y poner rápidamente un pie en la línea de salida.

 

 

 

 


Las variaciones del cuervo

 

 

El hedor mortal jalaba la mecha al cielo

El cuervo resplandecía

 

*

 

El nacimiento

Sigue la voz del cuervo

Irresistible

El paquete bien envuelto se abre

La corrupción no se puede ocultar

Un curandero quema libros en un rincón del jardín

Los medicamentos en el almacén están vencidos

Las brujas bajo condena

Las bocas clavadas en los ganchos de hierro

 

El nacimiento

Cuando la campana repica de forma inesperada

Se captura al viejo cuidador del templo

El pez salta para sucidarse en la nube

Había en el cielo millares de anzuelos

 

El nacimiento

Se vierten tintas y sangres a los pies

Se estrangula la garganta los pulmones

Escribo un trazo en la primera página

Se compaginan miles de hojas

 

*

 

El cuervo se lanzó desde lo alto

Con las alas filosas

Hacia el punto de referencia del cadáver

Rompiendo el espacio

El viento no alcanzó a vendarse por el apuro

 

*

 

Saca de las cuencas de los ojos

Las visiones

Las fotos que son testigo

Cava en la lengua

Y la estira

Y la despliega bajo el sol como lección verbal

Arrancando cada trozo de carne

Separando los huesos

Abriendo los intestinos

 

*

 

Acaba de extraer el cráneo

Cubierto de hongos

No podría escribir el memorándum

 

El cuervo sueña

Que todas las muertes son planificadas

 

Tras la voz del cuervo

Alguien se encuentra a voluntad

 

*

 

El cuervo entra en la habitación

Un dedo se levanta débilmente

Quiere decir:

Esta es la boca del fusil

La lengua de la lanza

Aún el azadón los picos

Aún los dedos bien duros

 

Más bien están congelados

Y se petrifican

Y se corrompen

 

*

 

No te acerques a las sombras

Son los zopilotes

Que extienden las alas en crepúsculos y amaneceres

 

Las garras se clavan en los vientos

Destruyen las hojas

Rompen las ramas

 

El poeta se cobija en la sombra

A cada letra le han sacado los ojos

 

*

 

Mirar

Las cosas

Fijamente

Pues si no

La sombra de los zopilotes

Te alcanzará

Tu silueta

No levantará la voz

Con temor como un pollito

 

*

 

Algunas personas surgen del tumulto, con capas negras, negras máscaras. Corriendo y batiendo sus brazos por ambos costados. Intentan levantar sus cabezas. Sus sombras negras retornan a la zaga de la tierra.

 

*

 

Dormido sobre las ramas con el estómago reventado, el cuervo sueña que cada trozo de su alimento se convierte en huevos. Los cuervos pequeños salen en fila de los huevos, inmediatamente vuelan a la caza siguendo sus instintos de carnívoros.

 

*

 

Los dolores sin fin contemplan la vida que parecía muerta. El abrigo dio la alarma cuando pasó junto al armario. El teléfono duerme silencioso. El gancho abre la boca e intenta esconder sus garras. El cabo de la escoba se engancha en la mano del basurero, lo arrastra hacia el cesto de basura. Las alas del sombrero aletean y caen arrancando el rostro del guardian. Nadie abre la puerta. Aún así muchos encontraron la forma de entrar.

 

*

 

Las almas despegadas buscan maneras de fortalecerse para luchar contra los cuervos malvados. Después de los disparos de salva, el humo se extiende como una cortina, con las primeras letras de una nueva lección.

 

*

 

Esta es la última frase del testamento:

“Al comienzo del entierro aparecen los cuervos”

 

*

 

La noche entra en el buche del cuervo

 

Y nosotros también ―estamos ansiosos como un río desbordado. Las gotas turbias buscan cruzar las fibras de la tela. El inmenso rostro del agua soporta las oscilaciones, con la esperanza de mantener la forma humana. Al encender un palillo de fósforo, recuerda que la mecha aún está lejos. Bate el brazo, habla bien alto sólo en la oscuridad.

 

El cuervo taciturno atraviesa la noche

Da una voz entrecortada

 

Es la primera vez que la voz se queda sin eco

 

 

 

 


Así es

 

 

Cuando se marchó

Llevaba un jersey de lana más o menos verde

Pantalones anchos en la entrepierna

El pelo corto

Y sostenía un libro

Se acercó a la puerta mientras murmuraba:

… luz y sombra... aroma y putrefacción... se hincha y se deshincha… se va y se viene... y luego se tiene lástima... está bien hecho y madura... se aguanta y se denuncia... se estanca y se suelta... se alimenta y se atraca... se destapa y se cierra... se amenaza y se arrepiente... se da y se engaña... se tapa y se abre... sin querer morir... se busca y se encuentra...

 

Echa el pestillo a la puerta de madera

Ajusta la puerta de hierro

Cierra con los cinco candados

Luego tira la llave dentro de la casa

 

Voltea las mantas donde se acostó

Hay un papel con escritura garabateada a mano:

“Quién me encuentre en alguna parte, llame al número...

Gracias y habrá recompensas”

 

después el papel sigue haciendo eco:

… se remueve y se enturbia... deshonor y queja... se termina y en paz... pasiones y despertar... se pide y se da...

 

 

 

 


La lección

 

 

El brazo y el codo siguen siendo duros

De la muñeca abajo hasta los dedos todo es blando

Dignamente se mueven las manos dentro del costal

 

Todo esto lo supe desde la infancia

(Una vez despreciado como mercancía al por mayor

El dignificante me empuja por la acera

Lección que dura hasta la vejez)

 

Dignamente mata un mosquito

Dignamente da un vago discurso

Dignamente se reclina en el vacío

Dignamente roba los impermeables

Dignamente despide mal aliento por la boca

Dignamente se empasta un diente equivocado

Dignamente orina en lugares públicos

Dignamente se limpia los mocos con un pañuelo

Dignamente revisa su rabo desde el bolsillo en la reunión

Dignamente pega los mocos en el vidrio

Dignamente extorsiona al vagabundo

Dignamente espia los teléfonos

Dignamente mira los pechos femeninos en el funeral

Dignamente firma los trabajos científicos

Dignamente hace poesía de amor siendo impotente

Dignamente manda virus por email a otras personas

Dignamente se fija en los exámenes

Dignamente utiliza billetes falsos

 

...

 

El brazo y el codo siguen siendo duros

De la muñeca abajo hasta los dedos todo es blando

 

 

 

 


Sólo un sueño

 

 

Me cubre por completo la boca

Depredadora

Y me pide los genitales

 

Habla por favor

Porque si no estoy de acuerdo

Debo tirarte con la escoria

(Concen hasta los mantras secretos)

 

Le dije:

Puede quedarse con todo

Pero debo mantener algo personal

Como juguetes bayetas perros búfalos

 

Me agacho para acomodar el yugo sobre los hombros

Se le altera el ánimo y empieza a ladrar fuerte

Yo agito los cascabeles y toco el pito

Estoy molido y mi cuerpo yace en el suelo

 

Corro en círculos y con la boca llena de espuma

Contraje la locura de la muerte

Estoy cansado tengo arritmia voy a estallar

Absorbido por el agua y exprimido con el agua

 

 

 

 


Sueño sin fin

 

A la memoria de Diễm Châu

 

 

La lluvia dejó de darte frío

Cae en el sueño al amanecer

Las olas turbias hurgaron

Cuando naciste la costa de los mejillones

 

A techo descubierto

La estrella ilumina las gruesas gafas

Que dejaste un momento sobre el teclado

La mañana de un 28 de diciembre mientras llovía

 

La lluvia helada

Congela el suelo

 

Revisa las páginas que estaban abiertas

Un niño llora en la copa de los árboles

En alas de los pájaros que se bastan por sí mismas*

En las nubes que vuelan bajo

 

Los vientos llegan

Envuelven telas blancas en torno al manglar

El ataúd sobre el cielo ondulante

 

_________

* Según la poesía de Diễm Châu

 

 

 

 


Notas en la Gran Muralla

 

 

Nubes sobre los hombros rocas pesadas

Gravas borrosas

La respiración llena de arena

 

¿La Gran Muralla es una obra sin terminar?

En el espacio hay mensajes de eunucos

Si atrapan al que roba piedras y compone poesías

Debe ser golpeado en la boca

A sus órdenes

 

Miro arriba y veo una cara obesa

Las manos frías los ojos grises la voz aceitosa

El techo del mirador con color púrpura*

En forma de machete manchado de sangre

 

Encorvado empujo la luz del sol

Con pies cansados empujo los vientos

Con tal de que me acerque a la flor

Que irradia frontal los vientos fuertes

 

Señor emperador/ señor/ camarada...

funcionario de segunda/ ciudadano de paja/ hermano menor...

cumpla los deberes

 

Esta es la cima del cielo

O el fondo del abismo

Sólo se encuentran heridas en la espalda quemada

 

Los sudores de los viajeros sobre las piedras grises

Se convierten en flores vanidosas

 

________

* Puesto de guardia en la Gran Muralla

 

 

 

 


Enseñanzas para los niños

 

 

Los niños del vecindario saben demasiado sobre los adultos; pronto deberán sufrir las enfermedades de la vejez. Todas las noches se reúnen, susurrando en el jardín desierto; han asignado a uno para ser guardia de los otros que excavan refugios, enterrando los objetos antiguos por precaución. Se asustan ante el atardecer o la decoloración, mientras que las olas rompen... Se recomienda la dieta de fruta para prevenir la presión arterial alta, la grasa en la sangre, los fibroides de próstata... Todo menos verlos gritando en sus rabietas. Unos decían: “¡Las lágrimas de los niños corren hacia adentro!” Yo y otros les preparamos los juegos, el embalaje de bienes, la construcción de palacios, echar el barco de papel en el patio... Jugar a la guerra, fingiéndose muerto. Los niños toman las hojas y las dejan sobre las narices de las personas muertas de mentira. Las hojas se marchitan pronto, amarillentas. Un niño seguro de sí, alegre: un día de viaje, un dechado de sabiduría. Se ríe cuando me levanto. Estoy aturdido y vuelvo a mi asiento. Pongo los pies en tierra y doy cada paso con torpeza.

 

 

 

 


Y tú vete por ahí

 

 

Esta noche

Suceden muchas cosas extrañas

 

Pero el sueño ha absorbido el alcohol tóxico

La memoria perturbada

La pantalla de la televisión pierde la señal

Los párpados abiertos como dos huevos

Abro la boca había dos tornillos rotos

Dos raíces de clavo que acaban de sacar

 

Alguien me susurró al oído:

Vamos a esperar y ver el cielo cubierto de musgo

La superficie del agua devora las últimas estrellas

 

Esta noche las serpientes

Los escorpiones desbordaron la ciudad

Pero no temas

El diseño de las casas ahora es de búnker

Nadie sale fuera de noche

 

Después a las 0 horas según los vecinos

Un intelectual despertó sonriendo tontamente

Y proclamó el día como una broma

¡Una verdadera broma!

 

Quien se ha quedado escondido entre los árboles

Espera que las hojas caigan como dinero

Si no se oculta antes del amanecer

Se lo decomisan todo o las hormigas lo devoran

 

Bien

Hago la emboscada ahí

Y despierto a las cinco de la mañana

 

 

 

 


Él

 

 

I

 

Donde una sombra devora a otra

Se sentó a murmurar...

 

Sonido de murmullo continuo

La oscuridad no formada

Tragando poco a poco la sombra de otra

Una sombra más densa imposible

 

Es el lugar perfecto:

el espejo se ha arreglado/ el gusano ha nacido/ la virginidad perdida/ el cable roto/ el drenaje ya limpio...

 

Es el montón de residuos de trapos/ los trozos de vidrio/ los tampones/ los zapatos sin estilo...

 

Es la bala dando en el blanco/ los salmos de la reencarnación/ el río que desemboca en el mar...

 

Él escaló el árbol altísimo

Y gritó:

Escucha la luz aquí

 

Según la antorcha parpadeante

La gente ve que vuela como un ángel con los brazos abiertos

 

 

II

 

Sonrió, se abrió paso a través de los agujeros cortados en el cartón. Los dedos huesudos se reducen a la mano de hierro en el punto focal. Él, la mano que busca el placer del perro para atravesar la gran pared. La posición de la mano en el cartón para salvar la distancia es demasiado corta. Es difícil respirar.

 

Cada vez que sus manos atraviesan el agujero, otras manos se extienden nuevamente. El cartón se parece a las medusas trabadas en los anzuelos. Gira la placa de cubierta, canta: cielo azul... este arco y un amplio pecho...

 

Del otro lado del cartón hay otro mundo. Las señales, el viejo maestro, la perspicacia, la experiencia, los mercados, las medallas, los trabajadores del alcantarillado, el incienso, el consejo, los monjes, el aceite de baño, la ratonera, el profeta... Y también otra forma (¡pensó eso!). No es de extrañar por otra parte que no se deslice.

 

Tiró el cartón en la basura, por el ataque, golpeando el agujero convencional, y corrió a una velocidad vertiginosa.

 

Un prospecto del futuro en este deporte. Con el título formal del vespertino, él aparece en la lista de campeones.

 

 

 

 


Síndrome del rumor...

 

 

Yo pago al limpiabotas el doble del precio

Doblo también para comprar sandalias de plástico

Para comprar un ventilador un paquete de palillos

Por favor él (ella) no pague a la tierra con sólo las manos

No gruña ni se encoja ni ruede...

 

No negocie para que su niño aprenda más

No negocie en reuniones con sobres de dinero

No negocie cortes de pelo lavados con champú

No negocie la cantidad de medicamentos recetados

No negocie aleros de refugio

No negocie asientos en la costa

 

Tome las facturas a través de la arcada

Ponga un poco de dinero detrás del cristal

Doblado y ofrecido como un ramo de flores

Mire al techo y explique con confianza

Tome agua con estilo de robot

Avance a través de la multitud como en el vacío

Deje la caña de pescar y trabaje en otra cosa

Enrolle los cordeles sin que se lastime las manos

Encienda el motor y váyase rápido

 

Por favor él (ella) no intente levantar la cabeza

No muestre más sus blancos dientes cuando ría

No use mejillas hinchadas ni ojos desorbitados

Que las afiladas uñas no se doblen hacia adelante

No extienda el cuerpo en el río al beber agua

No desmeche la carne cocida

No arrugue las frutas de color marrón

No pise ni de pasos con cautela

No se encorve ni ronque demasiado

No grite ni gima con toda la boca

 

No saque la cabeza ni las manos afuera

Debe meditar o leer más

No escupa en las paredes ni en los pedales

Cuando tosa cúbrase la boca

Asegúrese de usar el inodoro

Recuerde pronunciar claramente

Ofrezca brindis y beba sin apuro

Duerma conmigo con una manta limpia

Recuerde cepillarse y peinarse...

 

“... Ha dejado la bestia el bosque…”

 

 

 

 


Mirar de cerca

 

 

En la basura hay un esqueleto de pescado

Lo que queda de la carne que se pavoneba en la natación

Junto a la tabla de cortar ensangrentada

Está la tabla de cortar desechable

 

La gorrita aún un poco caliente

Algunos aromas del champú que hace fino el cabello

El dueño no tiene hongos en la cebeza

 

Las tijeras. El termo. La pluma...

Cinco hojas en blanco

Junto al registro como en una reunión

En el registro el presidente el secretario y el delegado

“Hoy en día, a las 17 y 30 horas, en el...

Total: 32

Ausentes: 04, con justificación...”

 

En la basura hay una cometa de papel

Ramos de flores sobre cinco o siete pares de zapatos

El viento todavía sopla a través de la flauta inocente

 

Un bote de basura con inscripción impresa en la tapa:

“No hay contaminación. Puedes estar seguro”

 

 

 

 


Saber es sobrevivir

 

 

En la casa del jefe de aldea

Una carreta chocó contra el portón

Se abre el I Chinh para consultar

Tenemos desgracia

 

El libro también dice

En la sección de los lunares

Página 267 3ª línea de abajo hacia arriba

Que el dueño de la carreta es infiel y mujeriego

 

Considérese que la mujer que cobra la electricidad

Tenía un morado en el ojo izquierdo

Anoche fueron atrapados in fraganti

Cuando se abrazaban en el restaurante de carne de perro...

“En el registro aparecían las 05 copias

Tienen el mismo valor jurídico”

 

El dueño del restaurante de carne de perro sabe demasiadas cosas

Fue interrogado por las autoridades sobre la situación

Le tomaron declaración durante cinco horas

Cuando llegó a casa su mujer le riñó fuertemente

Una cabeza canosa pero estúpida

 

Él se sintía mal

Su bravura se le subió a la garganta

Pero lo pensó dos veces

Al ver que la mujer tenía razón

Con disimulo tomó unas cuantas copas de vino de arroz

Y salió al patio a contemplar el día

 

La próxima vez que sepa algo me callo

Para qué lo cuento

 

 

 

 

 

La boca inmortal

 

 

Seguro que esa boca flotante es la del difunto

Intenta alcanzar lo alto

Intenta alcanzar el suelo

 

El esqueleto de esa boca ahora se funde en el polvo

¿El de color amarillo brillante?

¿O el negro mate en la caja de cerámica?

 

Pero aún así la boca se mueve vivamente

O se cierra en firme

O sonríe con bondad

 

Pongo en boca de la fonética

Cómo escribir en un sitio web cuadro de búsqueda

El resultado se vuelve abrumador

¿Me pierdo en la emboscada?

¿El software está infectado?

¿O el carbón ardiente ha caído sobre el iceberg?

 

La boca no emite sonidos

Acaba de terminar una película muda

He insertado los sonidos de palos

Los sonidos de comandos de órdenes

La voz de alguien

Y la del coro

 

La boca sigue su curso a la deriva

Sólo la idea de que alguien se proyectara en tu pensamiento

 

 

 

 


La historia más larga aún

 

 

La cucaracha que se arrastra a mi lado dice:

Mi reencarnación fue hace sólo tres meses

En la vida anterior solía ser muy decorosa

 

¿Decorosa porque sufre un destino bajo?

No le creo y me trepo en el marco de la puerta

Entonces ¿dónde están los testigos? ¿Y la evidencia física?

 

La cucaracha muestra una pata peluda

Bueno entonces considere esta extremidad temporal

Que vacila al cruzar la puerta de hierro

Y se extiende desde la bata de felpa

De una persona con boca ancha espalda escultural

Largos pasos rodillas fornidas

 

Debo continuar imaginando

Para que otros no me denigren por ciego

La cucaracha y yo juntos en la conferencia científica

Juntos en el uso de máscara para observar flores

Juntos en la cacería de pájaros y en la solución de problemas

Juntos en secarse el sudor y ser profetas

 

La cucaracha y yo a partir de ahora somos uno

Ella se va. Yo sin emociones.

Mordisquea. Me ahogo.

Excreta. Soy vengativo.

Digiere. Hago trampas.

Huele mal. Soy cabeza dura.

Explora. Abro caminos.

Ella orgullosa. Yo taciturno.

 

 

 

 


Vivir inocente

 

 

I

 

Mi esposa dice que quiere curarme la jaqueca

Debe ser que es inocente como el pasto

 

Fui al campo y vi la infinidad de plantas

Extendí los brazos al viento

Como los aficionados que siguen el ritmo de las canciones

 

Un rato después me cansé

E incluso tienía más jaqueca por el sol de junio

Y por imaginar la lluvia primaveral

Los vientos nublados y la luz

 

 

II

 

Mi esposa dijo entonces que aunque fuera un intelectual

El miedo de mover las extremidades

No debería significar nada

 

Yo tiré una cuerda por encima de las vigas

Y en la punta amarré mi cabello

Como en una atenta lectura mis manos

Se sorprendieron con el primer tirón del esclavo *

 

Los dos tomamos turnos para dormir

Decididos a no ser inútiles

Pensando y discutiendo sobre la cuerda

 

 

III

 

Me hice jardinero para mejorar la concentración mental

Riego un árbol y bebo una taza de agua

Mi casa tiene cincuenta y seis árboles

 

A un canto de ave por todo el jardín se extienden las jaulas 

Me envuelvo sinfónicamente en cada manto de capullo

Para escapar hay que morder el canto de las aves

Mi mandíbula es débil y mis dientes no tienen filo

 

Dudando de nuevo y aún más romántico

He preparado té para ofrecer a las plantas

 

 

__________

* ...tirón del esclavo: oficio del personal de servicio, que consistía en tirar de una cuerda que pasaba por encima de una viga para mover un abanico rectangular, común antes del año 1954 en el Norte de Vietnam.

 

 

 

 


Sinopsis para la mañana siguiente

 

 

Mientras más viejo menos habla

No porque esté triste ni enojado

Toda la noche pesca en una charca de cieno

¿Para nutrirse espiritualmente?

 

No se atreve a bostezar

Porque no es un incauto y las langostas

Los saltamontes se le meterían hasta el estómago

 

Pongo un tronco para que se recueste cuando se canse

Dejo a su lado una taza de agua

 

Entonces el sol temprano le hará compañía

Apoyándose en el pie de la montaña

Frente al enorme lago abierto

 

O la tierra eliminará todos los rastros

Convirtiéndome en un charlatán un cuentero

 

Tal vez bajo el negro amanecer

Apila los pescados negros

El viento les enganchó los anzuelos en la garganta

 

 

 

 

IV

La edad de la basura [1]

 

 


 

Rojo profundo

 

 

Una lámpara de noche que se disipa despierta un río de sangre. La sangre mezclada con la sangre y la fetidez gotea. Una obsesión roja.

 

 

* *

 

Es como si alguien me acabara de poner una soga al cuello y me arrastrara por un estrecho corredor hacia lo oscuro y lo húmedo. Levanto la cabeza y siento que se me bloquea la garganta. De vez en cuando mi cuerpo se ensarta en un clavo o un fragmento de vidrio en el suelo. Estoy raspado, ensangrentado con un dolor ardiente. La sangre hace que mi cuerpo resbale, me deslizo como una anguila sobre el barro sucio. Me empujan hacia un montón de animales velludos y desangrados. Rápidamente me quitan la soga del cuello para volver a usarla para arrastrar otros cuerpos detrás de mí. Veo que comienza el cambio de guardia, así que aguanto la respiración, me acuesto boca abajo, me quedo inmóvil, finjo ser mi propio cadáver.

 

 

* *

 

En el cambio de guardia, no veo al del turno anterior entregarle nada al de este turno. El nuevo soldado simplemente se para en su posición. Quizás esto sea una escapatoria, una oportunidad, un error, una falta de responsabilidad. Quizás ejecutaran el proceso mal. O tal vez se ha convertido en la rutina o hábito de los soldados, pues hace mucho tiempo que no hay grandes errores en esta torre de vigilancia, ni traspiés que causen un problema grave. Me arrastro detrás del guardia desprevenido y le doy un duro golpe en la nuca. Lo ato a una ventana, me pongo su uniforme, libero a los animales aún calientes, esperando que sobrevivan. Me escapo veloz.

 

 

* *

 

Sufro una pesadilla en que la vegetación se vuelve amarilla y se marchita, y llueven episodios de anemia. Las hojas secas me llevan a una época de pérdida de sangre, una época de subvaloración de la sangre, una época de alabanza de la sangre en su explotación. Un alma de género desconocido se trepa por el tallo de una hoja y reconoce que alguna vez fue una gota de sangre. Un árbol cercano y un pájaro carpintero sacuden la cabeza y se retiran de la discusión con el alma triste. Esa gota de sangre entonces tiene la misma forma que el rocío, iluminado de estrellas de la noche, una gota fresca de lluvia de la mañana, una raya de jugo de naranja que se escurre por la barbilla de un bebé. Es una lágrima que se instala en el rabillo del ojo lleno de esperanza y expectativa.

 

 

* *

 

La sangre se ha derramado en grandes charcos en el patio de la casa comunal de la aldea, después de algunas sesiones de denuncia pública en el período de la reforma agraria. Una mujer que una vez acusó falsamente a su suegro de obligarla a ser su amante, ahora está enterrada en el mismo cementerio donde él fue enterrado. Su alma inquieta se acerca para tocar su ataúd; le pide disculpas cada día al atardecer. Él volvió a los vivos en un sueño, diciéndoles que elijan uno de los días más brillantes a fines de primavera para una vez más contar su triste historia, una sola vez. Entonces, no hablar más del asunto.

 

 

* *

 

El sueño de la sangre produce el fuerte olor específico de las celdas de confinamiento solitario, las utilizadas para los soldados patrióticos, leales hasta la muerte. Creen absolutamente en los ideales que han elegido, y sueñan con lo mejor para la gente y la Patria. Dan testimonio de aquellos que traicionan sus propios ideales y camaradas al empañar deliberadamente su verdadero camino de sangre. En mi sueño, veo que se abren las cerraduras de las puertas de las celdas de aislamiento. El fuerte olor todavía está allí, pero los soldados patriotas se han ido.

 

 

* *

 

La sangre estalla. La sangre se acumula, sangre sobre sangre, en las batallas. Los bosques desangrados están llenos de cuerpos en descomposición. Los ríos y arroyos desangrados conocen cuerpos, los estanques y lagos ven cuerpos hinchados hundirse o flotar. La sangre se derrama cuando muchos pueden verla, e incluso cuando nadie puede. Los destinos terminan y acaban para siempre. La sangre estalló y los cuerpos solían sangrar internamente. La sangre se coagula rápido y no puede coagularse. La sangre se lava, se borra de todo rastro, la sangre se filtra en los espacios oscuros del suelo, se escapa a través de las venas de las aguas residuales. La sangre se agita y se llama, sangrienta sin ver.

 

 

* *

 

Esta noche todos duermen profundamente, mientras pasa un río rojo y oscuro. La gente duerme con la boca abierta, duerme con los brazos y los pies extendidos, duerme como una flor que cierra los pétalos, duerme como una fruta podrida, duerme en una postura de ibis, duerme como un muerto, duerme con la cabeza inclinada, duerme parada, duerme sentada, duerme mientras trabaja, duerme con la comida en la boca, duerme abrazándose el pecho, duerme con la cabeza apoyada en los brazos, duerme con las extremidades sobre otro a su lado, duerme boca abajo, duerme del lado derecho, duerme babeando, duerme gimiendo, duerme con los ojos abiertos, duerme mientras caminan hacia la puerta y se abre, duerme mientras orina, duerma mientras tiene una emisión nocturna, duerme ―cruje, de repente ventosea, ronca como un trueno.

 

 

* *

 

Llegan recuerdos, recuperando el espacio del pasado. Extremos afilados que apuntan hacia arriba desde los tableros de púas, una explosión seca de cada bala, la gente que usa su propios cuerpo como monturas de armas o para tapar las almenas, manchas de tinta seca en una mesa de interrogatorio, montones de actas de reunión numeradas, una urna sellada, una celebración para un aumento de sueldo, un viaje al hospital para visitar a los enfermos, regalarle flores a un jubilado, mirar la cara de un pariente por última vez, felicitar a alguien que acaba de ser ascendido... Todos se presentan fríamente, tan exactos como una tabla de reparto para una obra de teatro. El director de la obra aparece de repente como un mago, sonríe misteriosamente y luego sale a fumar un cigarrillo. En un instante se convierte en organizador, clarividente, profeta.

 

___________________

[1] Estos tres cantos son traducciones del inglés de Katherine M. Hedeen y Víctor Rodríguez Núñez. Provienen del libro Era of Junk: Epic, traducido del vietnamita al inglés por Nhat-Lang Le y editado por Susan Blanshard (Hanói: Publishing House of The Vietnam Writer’s Association, 2019).

 

 

 

 

El sueño

 

 

La gente se apresura hacia la oscuridad para observar el río rojo y brillante que fluye lento y suave. Los corazones laten rápidamente con ansiedad y también con euforia. Con prisa las preguntas dudosas se extendieron en la noche como una orden secreta dada para una batalla por venir. ¿Es esto un baño de sangre de venganza? ¿Estarán nuestras vidas sumergidas en un mar rojo?

 

La sangre se mueve serena en formas indulgentes, tan pacífica como la respiración de un niño dormido. La sangre toca el aire, la sangre toca los hitos históricos, como una pitón gigante que se desliza sobre una losa de piedra, como una pelota que rueda sobre un césped. Como gotas de lluvia que se llaman para reunirse y descender a una tierra baja.

 

Un trozo de tiza al lado de una pizarra. La sangre llega para abrir los sentidos, para despertar áreas del cerebro a los pensamientos más claros, para que cada persona los entienda, para recoger el trozo de tiza y copiar cada letra por sí mismo. Aprender a leer una oración simple de una manera articulada. Cómo escribir el nombre de su país. Cómo escribir su propio nombre.

 

La sangre vuelve a la temporada de floración. El arroz cargado de grano. Las batatas se hacen grandes. El maíz con semillas regordetas. Se alisan el curo del ganado y las plumas de las aves de corral. Los peces se agitan en ríos y arroyos, en estanques y lagos. La sangre guía los dedos delgados para sembrar las plántulas de arroz, para verificar cada semilla de maíz en un suelo fértil.

 

La sangre fluye tierna por los lechos de musgo, sacude los cuerpos de los pastos salvajes. La sangre hace temblar la tierra, como anguilas y lochas frotadas con sal antes de la matanza. La sangre se extiende serena, lleva el poder y lo sagrado de los sueños. Los soldados de los pelotones y los escuadrones hace tiempo enterrados por morteros y cohetes, se levantan del subsuelo como una rama camuflada y fantasmagórica del servicio militar. Marchan, aún en fila, de regreso a sus antiguas aldeas, cada una regresa a su antigua casa. De milagro, cuando llegan allí, no falta ningún familiar ni vecino. Los platos que se sirven para darles la bienvenida no son comidas rituales de los días de luto, sino comidas campestres frugales, con sopa de cangrejo molido y yute, y un plato de berenjena en curtido.

 

La corriente de sangre vierte clorofila en los árboles, se sacude y limpia sus copas. Los estados de ánimo comienzan a revertirse a medida que las personas en trance se golpean el rostro para despertarse, sus hábitos de indiferencia se convierten, por un momento, en una pasión. Los trinos de un extraño pájaro se alzan, señalando un movimiento extraordinario dentro de la tierra. Las lombrices cavan un nivel más profundo para suavizar el suelo. Una rana verde descubre la luz de la luna y llama a su madre con cariño. El charrancito australiano invita a su compañera a cruzar el océano.

 

La fruta verde, recogida antes de tiempo, ahora reaparece en los árboles, esperando madurar, para volverse dulce y fragante algún día. Las flores y las frutas, enterradas por gusanos o picoteadas por pájaros, tiemblan en su renacimiento. Los árboles, cortados en cruz, naturalmente vuelven a conectar su timbre. La savia de los árboles fluye por los troncos podridos, emitiendo un olor a pimienta, la fragancia familiar de nuevas hojas y raíces de árbol. Se respeta y se protege cada árbol como un organismo vivo. Cada persona disfruta de libertad, derechos humanos y dignidad. Los árboles fuertes y la gente sana viven cerca y el uno para el otro.

 

Las aves y los animales salvajes que sobreviven regresan en masa para recibir la sangre, como reciben a sus parientes después del trastorno que trae un tiempo de separación. Llevan consigo todos cortados las colas, los picos, los cuernos, los colmillos y las garras de sus propios parientes, que otros cazaron y luego mataron. Los ponen cerca de la corriente de los ríos, luego se arrodillan y se agachan a esperar. La sangre llega y con gusto resucita cada capa de piel y plumas, calienta cada célula, cada glándula sudorípara, cada capa de piel.

 

La sangre libera a los animales en la naturaleza, a las aves en el cielo. La sangre libera la vida marina, algas y plancton en los océanos. La sangre permite que los patos y las aves acuáticas se diviertan y naden en estanques.

 

Todos, incluyéndome a mí, comienzan a respirar profundo, ya sin miedo. De repente, todos tenemos el mismo tipo de sangre. Todos nos acostamos y dejamos que el río rojo cálido y brillante fluya por todos nosotros. Todavía soy yo mismo pero diferente esta noche. Independiente y libre como un insecto y un animal, feliz y libre como los peces en el mar y los pájaros en el aire.


 

 

 

La continuidad

 

 

El agua comienza a fluir hacia las bocas de la gente, el agua que transporta las almas de los antepasados y la santidad de la tierra. Las personas se unen en una confluencia de colores contrastantes, colores que se funden en una marea ascendente ahogada de sedimentos y sentimientos.

 

El nuevo flujo regenera las estaciones para la reproducción, la puesta de huevos y el trasplante. La sangre roja alimenta a los fetos, nutre las semillas para que broten las flores y se reproduzcan la miríada de animales.

 

La espiritualidad y los microcircuitos. Los caminos de la arquitectura de Ch'i y del software espiritual. Datos estructurados y no estructurados de lo material y lo inmaterial. Las caras de los humanos, la fauna y la vegetación están unidas a lo largo del tiempo cronológico y el espacio contemporáneo.

 

Las almas de los datos, a la espera de ser descomprimidas, instan a la gente contemporánea a no dudar ni perder el tiempo en un solo lugar durante demasiado tiempo.

 

Las personalidades aparecen en las ventanas de la interfaz humana a medida que salen de sus renacimientos, esta vez seleccionando otros valores. Otros caminos. Otras filosofías. Otras vueltas. Otros ídolos. Otros modelos. Otra independencia. Otra libertad. Otra felicidad. Otros sentimientos.

 

Una flor de chrysopogon, silenciosa durante tanto tiempo, ahora aparece en una esquina izquierda de la pantalla. Emite un sonido largo como la señal de advertencia de una computadora infectada por un virus: ¡Hemos pasado por una época de basura! Tal señal no enoja ni aturde a la gente pues ahora todos saben que no son materias primas básicas.

 

La flor anónima de chrysopogon ha creado un efecto dominó, provocando el colapso de una serie de piezas de ajedrez. Una figura de cara desconocida por fin se levanta y reconoce que no es más que un cuchillo sin filo. Luego, una segunda, tercera y cuarta figura se levantan para rendir cuentas. Como el autoconocimiento de la creciente plantilla, un ejército infinito se extiende. La gente reconoce que son o un paño de limpieza, una escoba deshilachada, un recogedor, un libro con su encuadernación deshecha, una silla rota o una plancha fundida. Confiesan ser una manta rota, un par de zapatos partidos, prendas de vestir pasadas de moda o un viejo recipiente de plástico cubierto de polvo. Ahora todos llegan de voluntario al punto de reunión para ser o categorizados o destruidos o esperar su renacimiento.

 

Los archivos guardados aparecen uno por uno como tumbas. Se construyen como tumbas elaboradamente ornamentadas e incluso desatendidas. La pantalla ocupada forma un día de los muertos, lleno de ofrendas y el humo del incienso. Reaparece el presidente cooperativo de antaño, asombrado de estar conectado con el profeta, el equipo asesor y los actores de cara blanca... El profesor de política se encuentra con soldados de ambos frentes. Las cerraduras de los confinamientos solitarios se cambian para sólo mantener a los condenados a muerte encarcelados.

 

Incluso un trozo de carne cruda sabe de la casa del nido de los pájaros, el reino de los ratones y la cama angosta. El trozo de carne mira feliz hacia el agujero mohoso al pie de la pared. La avispa adentro aparece repentinamente en la pantalla y abre una puerta de un almacén de memoria, ya que puede leer documentos raros y preciosos, muchos aún sin decodificar. La avispa es ahora una fuente, un punto mortal de debilidad y posee la llave maestra.

 

Las almas manchadas luchan por salir de las chimeneas de torres de encarnación universal, mataderos y plantas de procesamiento de desechos. Traen consigo sus ideas y deseos no realizados. Una lluvia temprana cae justo a tiempo. Las almas susurran para mezclarse con cada gota de agua limpia que vierte sobre la madre tierra. La lluvia deja caer la esperanza en los sueños de la gente, limpia las plantas y sirve como lavabo para toda la zona.

 

Polígonos, commelinales y helechos junto a las cercas, con los rasboras y las larvas de mosquito en aguas estancadas, brillan de repente. Anhelan la libertad y la preservación de su honor. Se conectan con los árboles viejos y los animales salvajes para lograr una visión de largo alcance, un espíritu feroz y la valentía.

 

Aprenden la forma orgullosa y dolorosa del águila de renovar su propio cuerpo. Cuando ya no puede volar alto y lejos, el águila golpea su pico en un acantilado hasta que se rompe para regenerar sus garras. Se atreve a mirar directamente al sol sin pestañear y no teme la ceguera quemante.

 

El águila vuela hasta la cima de la montaña esperando la tormenta. Feroces vientos tormentosos la levantan sobre la lluvia. Sus afiladas garras se aferran al hombro de la tormenta creando un símbolo orgulloso y sagrado.


 

 

 

 

Índice

 

 

I La flor velada

 

Esto dijo una cabra

Con los pies clavados en la tierra

En la ceremonia del Año Nuevo Lunar

Con el sonido de los fuegos artificiales

En la mañana del primero de enero

Con la energía de la primavera

Noche de Año Nuevo

Elijo un pedestal

Retoños

Las nuevas hierbas primaverales

En medio de la primavera

Aún hay fiesta del Tet

En un instante primaveral

Llegó la lluvia de la primavera

La llovizna

Siembra de frijol

Despierto

Más adelante

La cosecha

La niebla

Exclamación

Mañana de primavera

Las rosas del brezo

Las flores de la vid de trompeta azul

Flores blancas del ciruelo

Flores y más flores

Llegó el viento

Los árboles se compadecen

Donde caen las flores

Las flores que caen al pozo

Una persona mayor

Últimos días de la primavera

A finales de marzo

La noche del cambio de estación

Esta mañana

Bien en la mañana

En el jardín

Por suerte

Un vaso de jugo de manzana

Comer una manzana

Un sorbo de té

Taza de café

Despejar el camino

La Tierra se transforma

En la peluquería

Mientras pasan los coches

Descanso

Frente de la peluquería

Nubes de algodón

No es costumbre

Es este el momento

Un nuevo día

Peces

Anoche llovió

El condominio

La cosecha de litchi

Cesa la lluvia

Era industrial

Confundiéndome con un grano de arena

Un pichón

Escucho peleas de vecinos

Al leer un libro

Se escribe en los diarios

Bancos de piedra

Encuentro con viejos amigos

Caminar

Aún soy como un niño

Peces enjaulados

Callejuela

Los árboles y sus sombras

Las flores de linterna

Como el sonido de cristales rotos

El sol nuevo

Pisar el parche de sol

Se levanta el sol

Las flores de litchi

Cielo alto

Día soleado

El monzón

Luna dorada

Escucho alas que baten

Una mariposa tonta

Los pájaros

Liberación

El pájaro de diseido

Un pájaro extraño

Sólo un canto oval

El sonido de los peces que colean

Frutas maduras del jardín

Me espera afuera el jardín

Después del baño

Al comer una guayaba

Rodaja de sandía

Comer melocotones

Pelar papas

Beber té

El crepúsculo

Los murciélagos

Dormitando

Te extraño

Una ardilla entre las hojas

Una babosa

Tomo el cadáver de una cigarra

Miro cómo vuelan las moscas

Hace más frío

Ramas entrelazándose

Una araña teje

Un mosquito

Reparación del cable telefónico

El crepúsculo

Maní nocturno

La noche empieza

Espero la luna

Para asustar a los pájaros

La luna

Me despierto a medianoche

Escucho que algo cae en la noche

De noche escucho

Un grano de frijol

Unidad en la sala

Inflamación de la rodilla

La palma frente a casa

El agua de la aldea junta objetos

El alma por aquí

Aniversario de la muerte del padre

Padre incienso

Visitar las tumbas de los antepasados

Miradas

Separación

Tocar los gongs

Volver a empezar

Flores

Está haciendo frío

Hora de rezar

Pico de montaña

Crepúsculo

Entre invierno

Amanecer

Despertar

Noche de lunar

Lago

Fases de la luna

Nuevo día

Frutas maduras

Dos temporadas

Tormenta en la noche

Anidar

Puesta de sol

Buscando flores

Yo

Impotencia

Campos

La mañana pura

Tranquilo

Vida anterior

Encuentro

Enero

Recuerdos

Instante

Figura del venado estelar

El cuento de la luciérnaga

Suspiro

Sat na

Involuntariamente

Aniversario

Acción de gracias

La pagoda de Đồng

Quemar ofrendas

Día de los difuntos

De mañana temprano en la tierra de mi madre

Misericordioso

La naturaleza de Buda

Entre espinas

Caballo

Noche y día

Pensar en la lluvia

Así es

Ir de pesca

Voces de pájaros en lo alto

Esencias

Muchos lo han visto

Crepúsculo

Será un juego

Aguas bajas

El arroz madura en todo el campo

Yin yang

Encuentra tu camino

Verdad

Anzuelos invisibles

Libertad

Frágil

Flores en la puerta del templo

Mañana fría

Navegación en el río de Nhật Lệ

Pasar a través de la puerta en el cielo de Đèo Ngang

Visita a Bầu Tró

 

II Ojos sesgados

 

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III A techo descubierto

 

Inocencia

La medicina amarga

Escritos para flauta

Das el pecho a nuestra hija

Desde un vuelo

Variaciones en la noche lluviosa

El ritmo del otoño

Ruidos en la puerta

El verano está muy cerca

La aldea

Los cantos de cosecha

Sonámbulo

Te escuché por el teléfono

Hermano, hermana...

Mantengo la calma acompañando al invitado a la puerta

Increíble

Girar en el techo

Las variaciones del cuervo

Así es

La lección

Sólo un sueño

Sueño sin fin

Notas en la Gran Muralla

Noche de primavera

Enseñanzas para los niños

Y tú vete por ahí

Él

Síndrome del rumor...

Mirar de cerca

Saber es sobrevivir

Si

La boca inmortal

La historia más larga aún

Vivir inocente

Sinopsis para la mañana siguiente

 

IV La edad de la basura

 

Rojo profundo

El sueño

La continuidad

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BÀI KHÁC
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